El especialista en nutrición y dieta Dilan Eker, que explica 10 formas de prevenir las crisis de hambre, afirma: "La sensación de sed y la sensación de hambre a veces pueden confundirse entre sí. Por eso, en los días en los que se come demasiado, es probable que beba muy poca agua. Cuando tenga hambre, beba 1 vaso grande de agua y espere 5 minutos", dijo.
En crisis de hambre frecuentes, es posible que se requieran medicamentos bajo la supervisión de un un médico, si es necesario, después de pruebas de laboratorio. "Ya sea resistencia a la insulina o hábitos alimentarios incorrectos, regular la nutrición es una forma esencial de prevenir este problema", afirmó.
MANTÉNGASE ALEJADO DE LOS HIDRATOS DE CARBONO REFINADOS
Durante las crisis de hambre, presión arterial Generalmente recurrimos a alimentos harinosos y azucarados porque aumentan rápidamente el azúcar en sangre. Sin embargo, estos carbohidratos refinados provocan aumentos repentinos y posteriores disminuciones del azúcar en sangre. Advirtiendo que “una caída repentina del azúcar en sangre significa que usted recurre a estos alimentos nuevamente”, Eker continuó sus palabras de la siguiente manera:
“Para romper este ciclo, evite el consumo de harina blanca, azúcar y harina blanca. pan en tu dieta general. Consume fuentes de carbohidratos complejos como avena, pan integral y fruta con moderación y combínalos con una fuente de proteínas como carne, leche y huevos”.
¡CUIDADO CON EL NÚMERO DE COMIDAS!
No comas hasta tener hambre. Sin embargo, no permanezca lo suficientemente hambriento como para sufrir un ataque de comida. Si las comidas frecuentes le hacen comer más, coma con poca frecuencia y evite los refrigerios frecuentes. Por el contrario, si su nivel de azúcar en sangre tiende a bajar 3-4 horas después de una comida y experimenta ataques de hambre, ingiera comidas pequeñas y frecuentes. La nutrición adecuada es individual; Varía según el estado fisiológico y los hábitos nutricionales de la persona. Si estás atravesando crisis de hambre, contar con el apoyo de un nutricionista te ayudará a conseguir el patrón de alimentación más adecuado.
BEBE 1 VASO DE AGUA CUANDO SIENTE HAMBRE
A veces puede aparecer sensación de sed y hambre, que pueden mezclarse. Por lo tanto, los días en los que comes demasiado, es probable que bebas muy poca agua. Cuando tengas hambre, bebe 1 vaso grande de agua y espera 5 minutos. La mayoría de las veces te darás cuenta de que en realidad no tienes hambre. Si aún sientes hambre, toma una comida equilibrada.
FIBRA EN TU DIETA AUMENTAR EL CONTENIDO
Los alimentos con alto contenido en fibra retrasan el vaciado del estómago y ayudan así a prevenir crisis repentinas de hambre. Incluye en tus comidas verduras crudas o cocidas, que son ricas en fibra. Consuma 2-3 porciones de fruta y al menos 4-5 porciones de verduras todos los días. Recuerda que las legumbres como los garbanzos y las judías y los cereales integrales como la avena y el bulgur también son fuentes de fibra.
CONSUME PROTEÍNAS EN CADA COMIDA
Las proteínas tienen un largo período de digestión y provocan crisis de hambre. No provocan fluctuaciones de azúcar en la sangre que provocan Por este motivo, Eker destaca que se debe consumir en cada comida algún alimento fuente de proteínas como carne, pescado, legumbres, huevos y yogur.
1 RACIÓN DE FRUTA DESPUÉS DE LA COMIDA strong>
Evita la idea equivocada de que comer fruta después de una comida te hará ganar peso. Si eres goloso, una manzana que contiene aproximadamente 60 calorías después de una comida equilibrada puede evitar que te comas una tarta de queso de 600 calorías.
BENEFICIATE DEL TÉ VERDE, EL CAFÉ Y LA CANELA
La canela ayuda a equilibrar el azúcar en la sangre y a prevenir los ataques de comida al mejorar la sensibilidad a la insulina. Puedes añadir canela al agua o al té, o espolvorearla sobre fruta o yogur. Consumir 1-2 tazas de café sin azúcar y té verde al día también ayuda a controlar el apetito.
CUIDADO DE DORMIR LO SUFICIENTE
El sueño inadecuado afecta las hormonas del apetito y aumenta el apetito y el apetito.Aumenta el tiempo que se tarda en comer. Otro problema importante que provoca es que también aumenta la adicción a los carbohidratos. Asegúrate de dormir lo suficiente para regenerar el cuerpo y regular las hormonas. Aunque el tiempo medio de sueño de un adulto es de 8 horas, es suficiente para que te sientas en forma y te despiertes con facilidad.
EJERCICIO AL MENOS 150 MINUTOS A LA SEMANA
Regularmente: La actividad física es tan eficaz como los medicamentos y la dieta para romper la resistencia a la insulina, que puede provocar ataques de alimentación. Haz ejercicios de intensidad moderada (como caminar a paso ligero o andar en bicicleta) durante al menos 150 minutos a la semana y conviértelo en un estilo de vida.
LO QUE ESTÁS SENTIENDO PUEDE SER HAMBRE EMOCIONAL< /pag >
El hambre que sientes puede no ser un hambre fisiológica, sino un hambre emocional. En primer lugar, es importante que se dé cuenta de esto. No conviertas la alimentación en una terapia. Encuentre diferentes actividades que satisfagan el hambre emocional. Resolver acertijos, meditar o salir a caminar pueden ser métodos para reducir el estrés, libres de calorías e incluso quemar calorías.
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