Los ambientes cálidos hacen que las venas varicosas se expandan aún más, ralenticen el flujo sanguíneo en el interior y, por lo tanto, provoquen la formación de coágulos. Para mantener equilibrada la temperatura corporal, se produce una gran pérdida de agua a través de la respiración constante y de la piel en climas cálidos. Estas pérdidas de agua hacen que la sangre se oscurezca y se forme coágulos, especialmente en regiones cálidas y húmedas. Por esta razón, los coágulos en el cerebro, la formación de coágulos en los vasos del corazón, el desarrollo de coágulos en las venas varicosas de las piernas y especialmente en personas menos activas y ancianos son mucho más frecuentes en los meses de verano. Todos estos trastornos pueden tener consecuencias muy graves como derrames cerebrales, ataques cardíacos, coágulos pulmonares e hinchazón de las piernas. Para prevenirlos, nunca se debe permanecer bajo el sol entre las 10 de la mañana y las 3 de la tarde, y evitar ambientes calurosos y húmedos.
EVITAR PERMANECER BAJO EL SOL...
Protección: En realidad, los protectores solares son más una necesidad médica que el bronceado. Además de todos estos problemas, el calentamiento global y el agotamiento de la capa de ozono, el aumento del dióxido de carbono en la atmósfera y la intensa contaminación del aire provocan cáncer de piel, arrugas y envejecimiento prematuro de la piel. En los meses de verano, la ingesta de agua corporal y la cantidad de agua consumida deben mantenerse al mínimo por día. Deben ser 3 litros. Sin embargo, si ya existen problemas de salud conocidos o si se consumen anticoagulantes, sería beneficioso usarlo con más cuidado.
¿Existe algún riesgo en la natación para pacientes cardíacos?
Especialmente los pacientes cardiovasculares deben preferir las actividades acuáticas antes de las 10 de la mañana o después de las 4 en punto, cuando la intensidad de la luz solar desaparece. Fuera de este horario se deben preferir zonas sombreadas, secas y con brisa, y el cuerpo y el cerebro deben descansar con una siesta por la tarde. Por último, si tuviéramos que dar algunas recomendaciones, los platos de verduras deberían ser la única opción en nuestras mesas durante los meses de verano. La harina, la sal, el azúcar y el arroz blanco son los mayores enemigos de la salud humana en verano, como en todas las estaciones. Por este motivo, además de las dietas basadas en verduras, se deben preferir las legumbres ricas en proteínas, preferiblemente verduras y frutas crudas.
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