Maneras de afrontar la terquedad en los niños

Quizás una de las cuestiones más difíciles para los padres es que el niño no escucha las reglas en casa, es constantemente testarudo con sus padres y consigue que sus pedidos se cumplan llorando. Si dice: "Mi hijo siempre es terco conmigo", "No hace nada de lo que le digo", "Llora para que haga todo lo que quiere", "Siempre dice que no a todo lo que decimos". Es posible que su hijo esté siendo terco con usted. Es muy importante conocer la razón subyacente de esta terquedad y comunicarse con el niño de manera saludable.

A medida que el niño, que dependía de sus padres durante la infancia, comienza a caminar y hablar, gradualmente Comienza a independizarse y a explorar su entorno. Durante este período, a veces hace cosas que su madre o su cuidador le dicen que no haga. En este caso, las madres pueden decir: "Lo hace mirándome a los ojos", "Lo hace a propósito", "Lo hace para enojarme", pero el propósito del niño al ser terco con sus padres No es molestarlo ni enojarlo, al contrario, ver qué tipo de reacción vendrá ante su comportamiento, medir sus límites y en algún lugar, es una búsqueda de confianza y amor por parte de los padres. Las respuestas que recibe de sus padres en respuesta a su comportamiento también son muy importantes para moldear el comportamiento del niño.

El niño, que comienza a ganar autonomía alrededor de los 2-4 años, comienza a sentirse como un individuo, se da cuenta de las cosas que le gustan y las que no le gustan, las que le gustan y las que no le gustan, y puede rechazar los deseos y exigencias de sus padres, y las cosas que no quiere. Puede volverse terco ante las cosas, y A veces esto puede convertirse en ataques de llanto. El niño, que puede expresar más fácilmente sus necesidades a medida que su desarrollo del lenguaje comienza a acelerarse, también comienza a individualizarse y toma conciencia de su independencia al querer explorar el entorno. Como ve que puede hacer las cosas por sí solo, puede ir en contra de los deseos de sus padres para descubrir tanto lo que puede hacer como su entorno, y quiere hacer y decidir todo por sí solo. Lo que el niño realmente necesita aquí es que se le reconozca y se le transmita el mensaje "Yo también soy un individuo, puedo hacerlo yo mismo". Cuando establece una conexión entre emociones y pensamientos y comienza a expresarlos, comienza a ver que no tiene todo lo que desea, aunque esta situación a veces se convierte en terquedad y enojo, el niño necesita ver que los padres están decididos, tranquilo y seguro. Con su actitud, al cabo de un tiempo aprende que no todo lo que quiere sucederá de inmediato o aprende a posponerlo y gestionar el proceso por el que pasa. Aunque esta situación es en realidad un proceso de desarrollo de identidad muy saludable, en ocasiones puede convertirse en una situación muy difícil para los padres y convertirse en una crisis entre el niño y los padres. Es muy importante mantener la calma, sabiendo que este proceso se puede superar y pasará después de un cierto período de tiempo.

 

¿Cómo deben tratar los padres a un niño testarudo?

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