La edad a la que comienza el primer sangrado menstrual en las niñas (menarquia) es, en promedio, entre 11 y 13 años. El sangrado menstrual es bastante irregular, especialmente en los primeros 1 o 2 años, y luego, a medida que el equilibrio hormonal se regula con la edad, las irregularidades menstruales desaparecen. Sin embargo, en algunas niñas las irregularidades menstruales pueden continuar durante períodos más prolongados. Si una joven no ha tenido la menstruación después de cumplir 16 años, si otros elementos del desarrollo sexual aún no se han completado (como el desarrollo de los senos, las axilas y el vello púbico), si su menstruación irregular continúa o si el sangrado menstrual se produce con intensidad y intervalos frecuentes, debe consultar a un ginecólogo. Amenorrea primaria, ovario poliquístico. Enfermedades, trastornos del mecanismo de la coagulación sanguínea, anemia debido a sangrado menstrual frecuente y abundante son afecciones que requieren examen y tratamiento, y pueden continuar con diversas enfermedades metabólicas; Esta condición se denomina “síndrome de ovario poliquístico”, con un diagnóstico temprano es posible controlar los síntomas de la enfermedad, regular la ovulación con tratamientos adecuados, prevenir la infertilidad y permitir a la mujer tener hijos (mayores de 10 días), sangrado menstrual abundante. (80 ml al día, es decir, más de 3 toallas sanitarias de media) o sangrados frecuentes (con periodos de limpieza inferiores a 15 días) pueden provocar anemia ferropénica en niñas y mujeres. La anemia crónica, especialmente en niñas en edad de desarrollo, puede provocar síntomas como retraso del desarrollo, disminución de la atención y concentración, pérdida de apetito, dolor de cabeza y palpitaciones. En las anemias más graves se pueden observar cambios anormales en el apetito, llamados "PIKA", como el deseo de comer tierra, arcilla y café, en estos casos se recomiendan tratamientos de apoyo con fármacos que contengan hierro y tratamientos hormonales que regulen el sangrado menstrual y reduzcan el sangrado. la intensidad y la frecuencia del sangrado deben darse juntas. Nuestras jóvenes deben ser informadas por madres, educadores y médicos conscientes durante su adolescencia, y deben ser evaluadas por un especialista periódicamente desde el día de su primera menstruación, para que puedan tener una vida sana. Es importante ya que les permitirá entrar en el período reproductivo y fértil.
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