Controla tus pensamientos mientras comes sano, ¡deshazte de los trucos!

La mayoría de nosotros seguimos preguntándonos por qué todavía no podemos perder el peso que queremos, a pesar de que nos preocupamos por comer saludablemente. Cuando echamos un vistazo a nuestro entorno, podemos ver que tanto las personas delgadas como las personas con sobrepeso están en realidad bajo un control alimentario constante. Sí, ¡todos los que nos rodean, excepto unos pocos afortunados, están tratando de controlar su peso! Quizás lo que más nos dificulta y sabotea en este proceso de aprendizaje del control y de la alimentación saludable sean las “escapadas” a las que no podemos decir “no”. De hecho, puede que no sea correcto que consideremos las comidas trampa como alimento; Porque por lo general nuestro cerebro no percibe los bocados que nos llevamos a la boca mientras estamos ocupados con algo o inconscientemente como alimento. Incluso podemos seguir sintiendo hambre al final de nuestros refrigerios.

Uno de los puntos más importantes a los que debemos prestar atención en este momento es ser conscientes de nuestro comportamiento de picoteo. Las cosas que comemos mientras vemos televisión, las cosas que ponemos con el té o el café, las cosas que probamos mientras preparamos la comida, las cosas saladas que servimos mientras trabajamos, ¡todo a lo que no podemos decir que no! ¿Qué tan conscientes somos de esto? Ahora, echemos un vistazo a lo que podemos hacer cognitiva y conductualmente para aumentar esta conciencia;

Es en este punto que podemos captar estos pensamientos y comprender lo que es correcto. y es hora de cuestionar su validez. Nuestro objetivo es crear pensamientos alternativos a estos pensamientos y cuestionar los beneficios y daños de los viejos pensamientos que tienen una estructura osificada en nuestras mentes.

Verás que cuando creas alternativas a las excusas, producir, podrás crear muchos pensamientos nuevos para tu salud y tu alma. Nos rodearán muchos pensamientos alternativos como “estaré más saludable, no me arrepentiré ni me decepcionaré después de comer, me resultará más fácil perder peso, mi confianza en mí mismo aumentará cuando vea que puedo hacer esto”. .

Recuerde que la conducta alimentaria es una "conducta aprendida". Y por supuesto es posible enseñar este nuevo comportamiento a nuestro cerebro, pero primero debemos identificar los errores en nuestro pensamiento para poder convertirlo en comportamiento y reforzarlo más rápido.

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