Muchos de los problemas que se viven en el matrimonio surgen de deficiencias y errores en la comunicación. A veces, un problema sexual surge de la incapacidad de transmitir bien la ira retenida a la pareja y, a veces, las diferencias culturales pueden convertirse en reproches de por vida debido a una mala comunicación. La insistencia constante en el pasado y las discusiones interminables y sin sentido surgen de la falta de comunicación. Leer la mente del interlocutor, hablar al mismo tiempo, iniciar una discusión desde cualquier parte del tema sin escuchar, son ejemplos que interrumpen la comunicación. La comunicación a menudo se convierte en una batalla de justificación. Sin embargo, gracias a una buena comunicación, es posible ponerse de acuerdo en casi todos los temas y llegar a acuerdos en los casos en los que no es posible llegar a un acuerdo.
Una de las intervenciones que creo que más efectivas en terapia de pareja es la comunicación con comentario. Este método, que enseñamos a todas las parejas que acuden a nosotros para terapia, crea una transformación muy poderosa en las parejas. Comienza a ser más fácil para la pareja entenderse y llegar a un acuerdo. Es posible aplicar esta técnica aprendida en el ambiente de terapia en casa.
Aunque no puede resolver todos los problemas, mi objetivo es compartir este método contigo y contribuir a tu felicidad; cuando lo aplicas con cuidado, estarás satisfecho con los resultados positivos.
Ahora estás cómodo. Siéntate en dos sofás y, con contacto visual firme, cuéntale a tu pareja el tema que es más importante para ti. No utilices frases muy largas, explica de forma clara y breve. A medida que la conversación se vuelva más larga y detallada, su efectividad y comprensibilidad disminuirán. Lo que realmente importa es lo que hará el oyente. Me pareció apropiado escribirlos punto por punto a continuación.
1-Todo lo que tienes que hacer es escuchar a tu cónyuge y dar tu opinión.
2-Nunca interrumpas a tu cónyuge mientras él está hablando, pero no hagas oraciones como lo hiciste hasta el final. escucha.
3-Escucha lo que dice tu cónyuge, incluso si crees que tienes razón.
4- Aclara las áreas que no se entienden con sólo hacer preguntas.
5-Cuando tu cónyuge termine de hablar, cuéntale lo que escuchaste de él. Explícale usando las palabras que usó. Por último, pregúntale si te he entendido bien.
6-El discurso de cada compañero debe durar un máximo de 3-4 minutos. Las conversaciones más largas pierden su efecto y dificultan la concentración (mi sugerencia es
Ahora te toca a ti, por lo que el que escuchó primero ahora puede responder, y lo mismo, siguiendo los principios anteriores, el otro compañero ahora escuchará.
Sentirse escuchado y comprendido crea un efecto casi mágico y la persona inmediatamente comienza a escuchar con oído positivo. Cuando ambos cónyuges se sientan comprendidos, la solución o el compromiso llegará de forma natural.
Les deseo a todos una vida matrimonial sana y bien comunicada.
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