Muerte; Es una realidad difícil de afrontar en cada etapa de la vida, ya sea un niño o un adulto. Trasladarlo al niño y hacérselo entender será mucho más difícil para un adulto al que ya le cuesta aceptar la situación.
A la hora de dar una explicación al niño sobre la muerte, debes asegurarte de que es adecuada a su periodo de desarrollo y si está preparado para hablar de ello en ese momento. Por ejemplo; Muerte antes de los 5 años; Si bien el desmayo se percibe como un sueño, es incomprensible que el muerto nunca volverá. Si bien se sabe que una persona que muere entre los 6 y 9 años no puede regresar; Entre las edades de 9 a 12 años; Se puede entender que el difunto ha pasado a otra dimensión, como el cielo. La actitud y las expresiones faciales al transmitir este tema son muy importantes.
¿Cuál debería ser el enfoque correcto para la explicación?
*Mientras das la explicación, dale la información al niño en pequeños pedazos, cada vez explicando qué y cuánto, es necesario continuar la conversación midiendo si puedes afrontarlo.
*No tendría sentido que niños menores de 6 años asistieran al funeral. Situaciones que les resultará difícil de entender harán que su ansiedad aumente con incertidumbre y muchos signos de interrogación. En niños mayores; Se le debe dar información preliminar para que pueda estar preparado para las situaciones que verá y vivirá allí. Es especialmente necesario compartir breve y claramente lo que verán allí, quiénes estarán allí, en qué estado emocional estarán las personas y qué harán.
* No debes descuidarte a ti mismo ni a tu auto- atención en este momento crítico. Los niños aprenden lo que ven, y tú debes ser un modelo para ellos sobre cómo se puede expresar el dolor.
*El concepto de muerte debe explicarse con emociones y palabras completamente realistas, sin utilizar frases como ' -dormí' o '-fue al cielo'.
Situaciones a evitar al explicar la muerte:
-No lo intentes para ocultar tu tristeza o llanto. Ver a los seres queridos llorar durante y después de la muerte, sin reacciones exageradas, ayudará al niño a saber que es normal y saludable llorar y estar triste después de una pérdida grave.
- No dudes en compartir recuerdos del difunto. Licenciado en Letras Los adultos zen tienen miedo de hablar de la muerte delante de los niños porque piensan que será dolorosa. Las investigaciones muestran que compartir recuerdos e historias ayuda a sanar y cerrar el dolor.
- No cambie de tema cuando los niños entren en la habitación. Hacerlo pone una marca tabú en el tema de la muerte. En su lugar, trate de ajustar su nivel de conocimiento y expresión cuando hable de la muerte en presencia del niño.
-No cambie su rutina diaria. Los niños necesitan coherencia. Intenta mantener tu rutina diaria en casa y fuera de ella tanto como sea posible. También asegúrese de que el niño continúe participando en actividades normales, como la escuela y eventos sociales.
-No creas que la muerte prohíbe reír. La sonrisa es una herramienta de curación.
- Finalmente, para realizar este proceso más fácilmente; Obtenga apoyo profesional de un terapeuta capacitado en duelo y trauma. Además, recuerda que después de haber aclarado con el experto cuál es el método correcto para compartir, será mucho más saludable que un miembro de la familia que haya experimentado el mismo dolor le transmita este compartir al niño.
Para que el niño que ha perdido a uno de sus padres pueda entender la muerte;
UNA HISTORIA TERAPÉUTICA (Sobre la muerte)
Érase una vez, en un colador de paja..... .Hubo un niño que perdió la vida. El único deseo de este niño es; Para poder ver ........... otra vez. Todas las noches al acostarte; Él dijo 'por favor... vuelve de donde fue' pero... nunca llegó.
Sin embargo, había algo que este niño no sabía,....... era el corazón de ese niño. Cuando corre y juega, cuando late rápido, cuando come helado y se pone feliz, cuando se pone feliz, cuando se pone triste, en otras palabras, en cada momento de su vida, su esposa está con él en cada latido. Clic, clic, clic, clic, clic....
Cada vez que su corazón late, su ............ le estaba dando un mensaje. "Estoy aquí, siempre estoy contigo", dijo, pero el niño no pudo entender este mensaje. Finalmente, al ver la impotencia de .........., las hadas durmientes decidieron echar una mano en este asunto y una noche, trajeron a .......... y al niño juntos mientras dormían. . ............ le dijo al niño: 'Ahora soy tu hijo'. Vivo en Albin, esa es mi casa, cuido donde vivo y sé feliz; "Cada vez que me extrañes, pon tu mano en tu corazón y sabes que haré clic debajo de tu mano como si estuviera besando tu cabello", dijo. A partir de ese día, este pequeño niño; Siempre trató de ser feliz, pensando que ......... vivía en su corazón. El niño creció, su corazón también creció y el lugar donde estaba su madre se amplió. El amor que cabe dentro de ese corazón ha ido creciendo y haciéndose más grande día a día.
(Es un cuento terapéutico especialmente indicado para niños menores de 7 años que aún se encuentran en el periodo de pensamiento concreto.)
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