Alergia social

Las alergias sociales, al igual que las alergias estacionales, son comportamientos repetitivos y difíciles de evitar. Esto es exactamente lo que sucede cuando intercambias a tus amigos favoritos con personas cuyo comportamiento no te gusta. Entonces ¿dónde está esta gente? Por ejemplo, tu tía quejándose constantemente de cosas sin sentido, tu primo relamiéndose mientras come (visualízalo) y secándose la boca con las mangas después de comer. ¿Que sientes ahora? Malestar. Este trastorno ocurre a los pocos minutos de la exposición a los síntomas emocionales y físicos producidos por los alérgenos sociales. Cuando una acción se realiza una vez, puede ser soportable, pero cuando ocurre regularmente, puede molestarnos como una mosca zumbando en tu oído.

Entonces, ¿qué puedes hacer con los alérgenos sociales?

La alergia social es con la que tenemos más dificultades, los lugares en los que nos sentimos son con nuestra familia y compañeros, por lo que no debemos olvidarnos de revisar esta situación. Sólo puedes controlar lo que haces y sientes, no a la otra persona.

Incluso si a veces los comportamientos parecen intencionales, considera que no tienen la intención intencionada de molestarte y probablemente puede haber otra razón para esto.

     Esto A menudo vemos estos comportamientos en las personas con las que pasamos más tiempo y, a medida que estos comportamientos continúan, nuestras alergias pueden empeorar.

     Una forma eficaz de prevenir una reacción alérgica social es para reducir su tiempo de exposición. Así como una persona alérgica a los gatos debe evitar la exposición prolongada a los gatos, una persona con alergias sociales debe evitar estar en un ambiente lleno de alérgenos sociales. Minimizar el tiempo que estás en contacto con los alérgenos reduce el riesgo de sufrir alergias.

      Puedes elegir una estrategia como limitar el tiempo que pasas rodeado de tus alérgenos sociales. Sea estratégico en reuniones familiares o situaciones sociales en las que entre. No te sientes directamente frente a tu primo, que se relame los labios mientras busca asiento a la mesa. Tenemos cierto control sobre muchos alérgenos sociales. De hecho, los alérgenos sociales que nos rodean esperan algún tipo de apoyo y validación. Por ejemplo; no puedo quedarme callado Quizás quieras ocultar las palabras de tu tía, pero eso no ayudará a calmar tu reacción alérgica. Si primero dedicas algo de tiempo a brindarle la validación que está buscando, puedes extinguir el comportamiento que consideras repulsivo dándole la satisfacción que desea. Puedes intentar hablar con tu primo, que sorbe sobre sus hábitos alimenticios. Sin embargo, recuerda que las conversaciones no sólo brindan información sino que también tienen un resultado dentro de tu relación. Exprésale que estás hablando abiertamente de este tema con él porque lo amas.

     Si crees que esto no funcionará, puedes intentar vivir el momento. Estar en el momento implica prestar atención a lo que sucede en el momento presente y aceptarlo sin juzgar. Cuando los alérgenos sociales empiecen a molestarte, presta atención a tu propio malestar interno antes de evaluar estos pensamientos. Veamos qué está pasando dentro de ti. Simplemente sigue a donde va. Esto no evitará que el alérgeno deje de molestarte, pero te ayudará a darte cuenta de lo irritante que te irrita y a controlar la rapidez con la que te recuperas de sus efectos. Las alergias sociales pueden desgastarte y convertir tus relaciones en una prueba de estrés. Unos pocos pasos sencillos pueden ponerlo en condiciones de tener una relación feliz y saludable en lugar de tener que lidiar con alérgenos sociales en sus relaciones.

 

Leer: 0

yodax