La palabra "Obesidad" es un nombre derivado de la palabra latina "obdere" (comer vorazmente), y se deriva de la palabra "obesus", que significa "comer mucho, comer de todo". Cuando miramos los períodos prehistóricos, la característica común de figuras de diosas como Venus, Cibeles y Artemisa, que reciben diferentes nombres en diferentes geografías; Son obesos y sus órganos reproductivos y nutricionales son exageradamente grandes. Se cree que de esta forma se llama la atención sobre el poder de la mujer para dar a luz y alimentarse. En las sociedades antiguas, el embarazo o la obesidad de una mujer o de un animal se consideraba sagrado, como el embarazo de la tierra antes de la primavera, y la salud y la fertilidad de una mujer se asociaban con la obesidad. Hoy en día estar saludable se asocia con estar delgada, pero para las mujeres, estar saludable se ha convertido en el modelo femenino de las revistas de moda. Según datos de la OMS, en el mundo hay más de 400 millones de personas obesas y aproximadamente 1.600 millones de personas con sobrepeso, y se estima que estas cifras alcanzarán los 700 millones y 2.300 millones, respectivamente, en 2015. ¿Dónde se ubica la obesidad, que nos expone a muchas enfermedades adicionales, como problema de salud mental? ¿Es la obesidad una causa o una consecuencia de los trastornos de salud mental? A pesar del desarrollo de muchas estrategias de tratamiento para perder peso, continúa el aumento del número de personas obesas. Incluso si la pérdida de peso es exitosa, no se puede lograr el mantenimiento del peso. Por esta razón, hoy en día las psicoterapias aparecen como una opción en el tratamiento de la obesidad, no principal y únicamente sobre el aumento o disminución de peso, sino también sobre áreas cognitivas como patrones de alimentación, socialización, autoestima y satisfacción corporal, conductas como como pensamientos ansiosos o depresivos, adicción, alimentación compulsiva, atracones. La discrepancia en las consecuencias de la obesidad entre el éxito de los tratamientos metabólicos y el fracaso de los tratamientos conductuales para prevenir la obesidad llama la atención sobre el hecho de que esta condición no es sólo un trastorno metabólico sino también una enfermedad cerebral. Las investigaciones actuales muestran que el estigma relacionado con la obesidad comienza en la niñez y que estas personas experimentan depresión, ansiedad, baja autoestima y satisfacción corporal en la edad adulta. Se ha determinado que desarrollan desesperación, ideación suicida, incapacidad de adaptación a prácticas de control de peso, atracones y resistencia a la actividad física. Esta situación afecta negativamente tanto a la salud física como mental de la persona y perjudica la calidad de vida. Además, la frecuencia de trastornos mentales aumenta en personas diagnosticadas con obesidad. Cuando se revisan las investigaciones, queda claro que la obesidad tiene una interacción directa con la salud mental. Para lograr resultados eficaces en el tratamiento de la obesidad, cada vez más común en la actualidad y con consecuencias fatales, se debe optar por un enfoque multidisciplinar que incluya estrategias de tratamiento psiquiátrico.
Las consecuencias negativas de la obesidad, especialmente en En términos de salud mental, en el mundo y en nuestro país, se ve afectado por la raza, el nivel educativo, se ve que su prevalencia es significativamente mayor en mujeres que en hombres, independientemente del nivel socioeconómico. Existe una relación directamente proporcional entre el embarazo, la lactancia y el tener hijos y la frecuencia de obesidad. Lamentablemente, los discursos sobre la obesidad no conciernen mucho a la salud de las mujeres. Si bien la obesidad se discute como un problema de salud importante para los hombres, para las mujeres se discute más como un problema estético. Mientras que a los hombres se les dice que necesitan perder peso para protegerse de las complicaciones de la obesidad, a las mujeres a menudo se les dice que necesitan perder peso para ser más bellas, más felices, más atractivas y más exitosas. El concepto de belleza y bondad está asociado con el peso del individuo y la forma corporal que se ajusta a la forma ideal. Como resultado del deseo de adaptarse a esta forma, que se considera ideal, muchas personas siguen dietas y ejercicios, y los medios escritos y visuales de todo el mundo alientan la delgadez, los hábitos alimentarios están cambiando y los trastornos en la conducta alimentaria están aumentando. Los factores biológicos y psicosociales causados por el rol de género impuesto a las mujeres desafortunadamente dejan a las mujeres en una situación de mayor riesgo que a los hombres en lo que respecta a la obesidad y los problemas físicos y mentales que surgen debido a la obesidad. Por todo ello, la obesidad emerge como un importante problema de salud de la mujer.
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