El miedo a la escuela es una situación en la que los niños se niegan a ir a la escuela por diversos motivos. Estos motivos pueden tener su origen en la escuela o en la familia.
Cuando cuestionamos las vidas pasadas de los niños con fobia escolar, vemos que sus padres exhiben una actitud sobreprotectora. Esta actitud, que asume casi todo lo que sus hijos deberían hacer por ellos, provoca el desarrollo de sentimientos de dependencia en el niño. Como resultado, cuando llega la hora de ir a la escuela, al niño le resulta difícil comenzar la escuela y acostumbrarse. Porque cuando el niño va a la escuela desde un ambiente tan familiar, le preocupa quedar desprotegido con el sentimiento de soledad. Como resultado de todo esto, es posible que el niño no quiera ir a la escuela.
Síntomas del miedo escolar
· Quejas físicas (dolor de cabeza, de muelas, de estómago, náuseas, etc.) p>· No estar preparado emocionalmente,
· Ansiedad por separación, Preocupación de la madre, Niño testarudo.
¿Qué hacer?
1– Algunas responsabilidades hacia el niño en el periodo preescolar se le debe dar (recoger sus pertenencias, adoptar normas domésticas, etc.). El niño, al que no se le pueden dar ninguna responsabilidad durante este período, querrá escapar de las responsabilidades de la escuela.
2– El niño no debe depender del niño, por lo que que el niño no pase a depender de la madre. Una de las razones importantes del miedo escolar es que el niño no puede ser separado de su madre. De hecho, debido a que las madres dependen de sus hijos, los niños se vuelven dependientes de sus madres.
3– Evite dar la impresión de que no quiere que su hijo vaya a la escuela. En ocasiones las madres pueden dar señales de que no quieren que el niño vaya al colegio sin ser conscientes de ello (pensando que el niño no estará cómodo o desprotegido en el colegio y reflejándolo en su comportamiento)
p>
4– Se debe prestar atención a las palabras dirigidas al niño que aún no ha comenzado la escuela. La escuela no debe ser percibida como un lugar al que hay que temer. Por ejemplo: "Hay una lección después de esta, no hay padres ahí, espera, a ver si puedes hacer esto ahí, no llores ahí, la maestra se enoja, estos son los últimos juegos, habrá lecciones después". this".
5- Si el niño se niega a ir a la escuela, lea al niño La insistencia excesiva y la amenaza de ir a la escuela harán que el niño se aleje aún más de la escuela. Se deben evitar este tipo de actitudes y se debe buscar ayuda del servicio de orientación escolar.
6– Algunos padres insisten mucho en que sus hijos hagan los deberes y jueguen. Por ejemplo, en medio del juego, interrumpen el juego y les recuerdan la tarea. En tal caso, el niño pierde los días en que no va a la escuela y se siente más cómodo y se aleja de la escuela. Los padres deberían involucrar a más profesores en las lecciones, y las horas de tarea deberían estar predeterminadas con el consentimiento del niño, y debería garantizarse un equilibrio entre el juego y la tarea. Puede obtener apoyo experto de los consejeros psicológicos de su escuela.
Confíe en él
Estimado padre:
Amas mucho a tu hijo, pero ten cuidado de no dañarlo con tu amor. Porque amar no significa que hagas todo lo que él tiene que hacer por él. Por el contrario, si lo amas, intenta criarlo dándole algunas responsabilidades que él pueda cumplir. Porque no puedes estar ahí para él todo el tiempo y hacer cosas por él. Si quiere que su hijo sea una persona que conozca sus responsabilidades y pueda valerse por sí mismo, confíe en él, ámelo y demuéstreselo.
Leer: 0