Mi hijo, que tendrá 36 meses, empezaremos en la guardería. Hasta ahora ha sido atendido por un cuidador. ¿Qué podemos hacer para superar el proceso de adaptación lo más rápido posible? Por lo que hemos observado, tiene miedo del grupo de niños abarrotado, se siente solo y no quiere separarse de la persona en la que confía.
RESPUESTA:
En primer lugar, es una ventaja que su hijo tenga ahora 36 meses y haya alcanzado la edad de socialización.
La separación significa difícil emociones con las que tienen que lidiar tanto los padres como el niño
Ambos pueden tener pensamientos complejos sobre si él está seguro, si se está divirtiendo con sus amigos, cómo se siente, y su hijo intenta hacer la prueba y comprender si lo llevarán de regreso nuevamente y si está a salvo.
Está cerca de su rango de edad. Debe elegir una guardería que tenga un salón de clases con niños.
Cuanto más cerca esté el rango de edad, es más probable que estén en un grupo cercano entre sí en términos de habilidades. Recuerde, incluso los meses en este período marcan una gran diferencia en términos del nivel de desarrollo del niño.
"Cuanto más pequeñas sean las clases y los maestros más responsables, mejor."
El Ministerio de Educación Nacional puede permitir clases de hasta 18 alumnos después de 36 meses, pero si el tamaño de las clases es bajo, puede ser más posible un proceso de adaptación sin problemas. La experiencia y el enfoque de los profesores también es muy importante.
La separación se puede estructurar paso a paso
Para dar el primer paso sin problemas, visite la institución reunirse y conocer a los maestros y al personal. Conocer la escuela a fondo ayudará a su hijo a reducir los pensamientos y sentimientos que le provocan ansiedad. Los primeros días de la guardería sólo podrás quedarte con él unas horas y participar en los juegos. Luego podrás aumentar gradualmente el tiempo que pasas allí.
Habla mucho
Para que a tu hijo le resulte más fácil comprender lo que irá experimentando paso a paso. paso y para sentirse seguro, hable mucho en un idioma que pueda entender. Sé honesto con él y hazle sentir que puede recogerte en los momentos que le digas y contactarte cuando quiera.
Primero cambia el comportamiento, luego las emociones.
A medida que se desarrolle el comportamiento de estar separados en la guardería, sus sentimientos cambiarán. Podemos comparar esta situación con la de un niño que le tiene miedo al agua. No importa cómo hablemos o actuemos, es posible que no podamos convencer a la gente de que el agua es un lugar seguro. Cuando se mete en el agua, pasa un rato y empieza a disfrutar del agua, sus sentimientos cambian. El control emocional de los niños no está tan desarrollado como el nuestro, por lo que no espere que se sientan cómodos enseguida.
Si aparecen síntomas como no querer ir a la guardería, resistencia intensa, llanto, dolores de estómago, problemas para dormir y La introversión ocurre después de semanas, debe buscar ayuda de un experto.
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