La conducta de morderse las uñas, que se manifiesta en niños a partir de los 3 años, es muy común, pero es un hábito que también puede manifestarse en la adolescencia y la edad adulta. Es necesario determinar los eventos que causan este comportamiento en lugar del comportamiento de morderse las uñas.
Causas del comportamiento de morderse las uñas
-
Ira, ansiedad, confianza y seguridad en uno mismo. El problema puede surgir por motivos como momentos emocionantes o estresantes, padres excesivamente controladores y opresivos, celos entre hermanos.
-
El hábito es principalmente relacionados con situaciones en las que las emociones reprimidas están interesadas y el niño las desea. Una vez que se da cuenta de que es un comportamiento y un hábito inaceptable, se vuelve arraigado.
-
Morderse las uñas es considerado un signo de inseguridad. Las principales razones de angustia y tensión son la implementación de una educación excesivamente opresiva y autoritaria dentro de la familia, los constantes regaños y crÃticas al niño, los celos, no recibir suficiente atención y amor.
La vida de los padres también es un factor importante. . Las incompatibilidades parentales, las peleas frecuentes entre los padres, los problemas en la familia provocan conductas como morderse las uñas en los niños. Además, el hecho de que los padres estén demasiado ansiosos, sean demasiado protectores con el niño y que los padres discriminen entre ellos provocan celos entre los niños. Esto se manifiesta indirectamente como morderse las uñas. Morderse las uñas es una conducta que también se puede adquirir por imitación. Si algún miembro de la familia muestra un comportamiento de morderse las uñas, naturalmente atraerá la atención del niño.
 Además, el comportamiento de morderse las uñas puede desarrollarse dependiendo de los acontecimientos. Cualquier acontecimiento que inquiete al niño o cualquier situación que genere insatisfacción en el entorno hará que muestre esta conducta.
RECOMENDACIONES
-
En niños El comportamiento de morderse las uñas observado entre los 3 y 4 años de edad puede tener como objetivo atraer la atención. Por esta razón, no se debe obligar al niño a abandonar este hábito mediante la fuerza o la presión. Este hábito, que se puede observar durante este perÃodo, puede ignorarse al principio porque el niño es consciente de que esta acción atraerá la reacción de los padres.
-
Esto puede ser posible desarrollando otro comportamiento en lugar de extinguirlo. Por ejemplo, se puede prevenir que se muerda las uñas ofreciendo al niño alternativas (por ejemplo, mascar chicle o jugar con plastilina).
-
La observación de los padres de las situaciones en las que sus hijos exhiben este comportamiento también les ayudará a comprender el origen del problema. Por ejemplo, el niño en la escuela puede exhibir este comportamiento durante los perÃodos de exámenes o mientras estudia, o puede exhibir este comportamiento cuando tiene miedo de hablar durante la interacción social.
-
Advertencias para el niño como "quita la mano de su boca" son contraproducentes. Aunque puede provocar una reacción, puede inquietar al niño.
-
Ciertos "momentos de morderse las uñas" " se puede establecer para edades de 6 a 7 años en adelante. Puede que le lleve tiempo cumplir con la restricción, se debe mostrar paciencia. Cuando se adapte, se le deben dar recompensas espirituales y verbales. Se debe motivar.
-
Si hay falta de atención y amor, que es una de las situaciones que desencadenan la conducta de morderse las uñas, se recomienda que los padres pasen tiempo con el niño para poder eliminarla.
No es útil utilizar métodos coercitivos como regañar, asustar o castigar al niño. A veces incluso puede causar problemas emocionales más graves.
-
Se debe mantener a los niños alejados de situaciones que les causen miedo y ansiedad. No es deseable que los niños pequeños vean pelÃculas de terror en la televisión o participen en peleas, ya que esto excitará al niño.
-
Hacer que los niños que se muerden las uñas usen guantes viejos y livianos cuando vayan a la cama por la noche, como recordatorio cuando el niño quiere morderse o morderse las uñas por la noche. Puede resultar útil. Se puede aplicar un lÃquido amargo pero inofensivo en los dedos y las uñas. Esto puede ser tanto un recordatorio como una ayuda al abandono cuando se combina con el dolor cuando se mete la uña en la boca.
-
La atención de los niños puede desviarse. Mantener la boca de tu bebé ocupada con algo que masticar mientras ve pelÃculas, televisión o escucha la radio puede ser una actividad que sustituya a morderse y morder las uñas. Recompensar ocasionalmente a los niños por sus logros puede resultar beneficioso en algunos casos. A. Sin embargo, debe utilizarse de forma limitada y adecuada. En caso contrario el niño podrá utilizarlo para conseguir nuevas recompensas. La uña se puede cortar profundamente. También puede resultar beneficioso que el niño cuide sus propias uñas. Se pueden comprar suministros de manicura y pedicura para el niño.
-
Como última palabra y como precaución, se debe decir a los niños que morderse y morderse las uñas no es un mal hábito y que quienes lo deseen pueden abandonarlo fácilmente. Cuando el niño esté convencido de ello, hará un esfuerzo por abandonar este hábito. Debido a que los factores externos no tienen mucho efecto en que el niño abandone este hábito, en algunos casos hacen que el hábito eche raÃces y se utilice como herramienta para enojar e inquietar a los demás.
Â
Además de estas sugerencias, existen varios métodos que se pueden aplicar de acuerdo con un determinado plan en niños de 6 años en adelante;
-
Respuesta correctiva y preventiva: después de aprender la respuesta alternativa, puede usarla para interrumpir el hábito o prevenir su aparición.
-
· Comportamiento vinculado: intente identificar el comportamiento que acaba de realizar antes del movimiento obsesivo y hacer que use la respuesta alternativa para detener el comportamiento vinculado anterior. Por ejemplo, si ambos notan que él comienza a sacudir los pies antes de comenzar a morderse las uñas, este es un comportamiento relacionado.
-
· Práctica de relajación: hay muchas técnicas de relajación que puedes usar. escoge de. Puede obtener información del consejero escolar.
-
· Apoyo social: este apoyo puede provenir de usted o de un amigo cercano como estÃmulo o elogio por sus esfuerzos.
-
· Prueba: GuÃe a su hijo para que convierta el comportamiento alternativo en una rutina repitiéndolo todos los dÃas. También sugiérale que pruebe la respuesta alternativa mientras piensa en situaciones en las que se produce la obsesión.
-
· Registre: registre la frecuencia de aparición del hábito diariamente para ver cuánto progresa. está haciendo.
Â
Leer: 0