La transferencia de embriones es el último paso del tratamiento de fertilización in vitro. Los embriones se colocan en el útero, generalmente entre 48 y 72 horas después de la recolección de los óvulos, cuando tienen entre 2 y 8 células. Pero el procedimiento también se puede realizar entre el 2º y 6º día.
La paciente a la que se le realizará la transferencia embrionaria debe ser urinaria. Se libera un número predeterminado de embriones del cuello uterino con un catéter delgado bajo la guía de una ecografía abdominal. La transferencia de embriones no es un procedimiento doloroso y no requiere anestesia. Después del procedimiento, la paciente recibe medicamentos hormonales en forma de inyecciones, supositorios o crema para sostener el tejido que recubre el útero (endometrio). Este tratamiento continúa hasta la décima semana de embarazo si se produce el embarazo. En los casos en los que no se produce embarazo y se produce sangrado menstrual, el tratamiento se interrumpe tan pronto como comienza el sangrado. El día 12 después de la transferencia de embriones, se llama a la paciente para una prueba de embarazo en sangre. En aquellas con resultado positivo, el análisis de sangre se repite dos días después.
No se encontró diferencia entre la reincorporación a las actividades normales y el reposo después de la transferencia embrionaria en términos de embarazo. Sin embargo, se recomienda que la paciente no realice trabajos pesados durante los 3-4 días posteriores al procedimiento.
Existe una relación directa entre el número de embriones transferidos y las tasas de embarazo clínico. Los mejores resultados se obtienen transferir de 2 a 4 embriones. Las tasas de embarazo múltiple son bastante altas cuando se transfieren más de dos embriones.
Figura 1. Embrión de ocho células
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