Empezamos a oír hablar de Corona o Covid-19 hace aproximadamente un año, y los primeros casos comenzaron a aparecer en nuestro país en marzo de este año. Posteriormente, las escuelas cerraron y comenzó una nueva era para nuestros niños. El nombre de la nueva era para los niños es “Educación en Línea o a Distancia”. Al principio, el proceso fue muy difícil para cada uno de nosotros, así como para nuestros hijos. No fue fácil para ellos relacionar el fenómeno escolar con las herramientas con las que juegan o ven películas, pero como son Generación Z y nacieron en la tecnología, se adaptaron más fácilmente que nosotros los adultos. Pero en la casa empezaron a aparecer diferentes tipos de problemas. Desafortunadamente, estar constantemente frente a la pantalla o ver lecciones en televisión ha comenzado a afectar negativamente la atención sostenida de los niños. Si bien nuestro niño utiliza todos sus sentidos de manera efectiva en el ambiente del aula, frente a la pantalla tiene que conformarse únicamente con sus sentidos visuales y auditivos. Comenzaron a manifestarse diversos problemas de conducta, desgana y problemas provocados por no poder socializar. Dado que la educación en línea estará en nuestras vidas por mucho tiempo, mis sugerencias para ustedes como padres son:
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Determine sus rutinas diarias mientras su hijo está en casa, sin importar su edad. Deja que se determinen los horarios de educación en línea, los horarios de las comidas, los horarios de juego y los horarios de salida.
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Mientras haces este programa, prepáralo con tu hijo para que le resulte más fácil/ ella para implementarlo. Respete las actividades y lecciones que su hijo quiera agregar o eliminar.
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Recuerde que, dado que su hijo no puede interactuar con nadie durante el día, necesita tiempo de juego de calidad con usted más que nunca.
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Según las condiciones climáticas y su situación laboral, salir al aire libre todos los días hará que su hijo se sienta mejor.
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Teniendo en cuenta que su hijo se distraerá fácilmente, se debe tener cuidado de organizar y simplificar el ambiente en el que los niños asisten a clases y no sobreestimularlos.
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Este proceso es un proceso que nos desgasta a todos psicológicamente, por lo que proteger a nuestros hijos en este proceso depende de tu fortaleza psicológica y resiliencia. No dudes en pedir ayuda cuando sea necesario, recordando que depende de tu consentimiento.
Esperando llegar a días saludables y libres de virus donde podamos volver a la normalidad con muchos niños reír y socializar, que nuestros niños más necesitan, Saludos cordiales
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