La diabetes mellitus (DM), conocida popularmente como diabetes, es una enfermedad crónica y devastadora que se puede definir como la incapacidad de secretar cantidades suficientes de insulina desde nuestro órgano llamado páncreas o la cantidad relativamente insuficiente de insulina secretada, y puede Afectan a personas de casi todas las edades, independientemente del sexo. Se clasifica en Tipo 1 y Tipo 2. En la DM tipo 1, no hay secreción de insulina por parte de las células de los islotes pancreáticos. Por esta razón, los carbohidratos que comemos y bebemos (especialmente la glucosa libre) no pueden ingresar a los tejidos y las células, y la cantidad de azúcar en la sangre aumenta mucho. Puede desencadenarse después de una infección viral, especialmente en la infancia. No es raro que pacientes con DM tipo 1 ingresen en el hospital en estado de coma. La DM tipo 2 es una condición que tiene un curso más prolongado y se debe a la RESISTENCIA A LA INSULINA, que en ocasiones se presenta después de años de malos hábitos, vida sedentaria, factores genéticos, obesidad, etc. De hecho, la Diabetes Mellitus (DM) tipo 2 es el resultado de un proceso que comienza mucho antes del diagnóstico. En este caso, hay una deficiencia relativa de insulina en lugar de una ausencia absoluta de insulina. Dado que hay resistencia a la insulina a nivel tisular e incluso celular, la glucosa (azúcar) no puede ingresar al tejido y a las células y el azúcar en la sangre aumenta significativamente. Para corregir esta situación, el páncreas intenta secretar más insulina. Después de un tiempo, se desarrolla un círculo vicioso y aunque el nivel de insulina en la sangre es muy alto, la entrada de glucosa a la célula es insuficiente. Como resultado, el aumento de azúcar comienza a dañar los vasos y tejidos. Después de un tiempo, el daño ocurre primero en los capilares, a los que llamamos capilares, y como resultado; ojo, riñón, nervio, etc. Los tejidos comienzan a sufrir daños graves. Si no se corrige la situación actual y no se da el tratamiento adecuado, en el proceso se empezarán a dañar lechos vasculares de mayor tamaño; Sistema cardiovascular, sistema vascular cerebral, sistema vascular gastrointestinal, etc. Según los estudios, la causa más importante de muerte en pacientes diabéticos es el infarto. Mantenerse alejado del seguimiento y del tratamiento puede provocar muchos problemas irreparables. En tratamiento; Además del tratamiento farmacológico, también son posibles otros métodos nuevos.
Recomendaciones:
Controle su nivel de azúcar en sangre en ayunas y su promedio de azúcar en sangre de tres meses (HbA1c) una vez al año,
Preste atención al control de peso, realice al menos 10 mil pasos al día y al menos dos pasos a la semana. Pésese, mantenga los estándares de medición de la circunferencia de la cintura (<102 cm para hombres, <88 cm para mujeres),
Reduzca el consumo de carbohidratos, especialmente manténgase alejado de los alimentos que contienen azúcar libre,
Aumentar el consumo de alimentos fibrosos,
Tener cuidado con el consumo de alimentos con alto índice glucémico,
Azúcar Si eres paciente; Acude a un chequeo a la clínica de medicina interna cada 3 meses y hazte pruebas básicas como azúcar en sangre en ayunas, HbA1c y lípidos en sangre. Asegúrese de realizarse pruebas detalladas una vez al año (proteínas en orina de 24 horas, microalbuminuria, examen del fondo de ojo, control cardíaco, etc.).
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