Las cicatrices que quedan después del acné están directamente relacionadas con la estructura de la piel de la persona, la predisposición genética, la gravedad del acné y la capacidad de la piel para repararse a sí misma. Las cicatrices pueden ser permanentes y convertirse en un grave problema estético para el paciente tras el acné. Las investigaciones muestran que las cicatrices del acné pueden causar no sólo problemas físicos sino también psicológicos como infelicidad, estrés, falta de confianza en uno mismo, incapacidad para establecer relaciones sociales y disminución del rendimiento académico. Por eso el tratamiento de las cicatrices del acné es muy importante.
Al tomar la decisión sobre el tratamiento, también son importantes la gravedad de las cicatrices del acné y qué tan negativamente se ve afectada la apariencia estética. El tratamiento debe planificarse según el tipo de cicatriz. El plan de tratamiento elegido es diferente en cada caso. Los mejores resultados se consiguen con tratamientos combinados.
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