Es la extensión de las partes más bajas del cerebelo hacia las columnas vertebrales del cuello en diversos grados. Mientras que el cerebro y el cerebelo se encuentran dentro del cráneo en individuos normales, en aquellos con prolapso cerebeloso, el cerebelo se prolapsa fuera del cráneo.
El prolapso del cerebelo suele ser congénito y rara vez ocurre más tarde. El más común es el tipo 1, y este tipo se observa en un 90-95%. Después del prolapso tipo 1, el prolapso cerebeloso tipo 2, que se observa en recién nacidos con un saco en el cuello y la cintura (meningocele), es el segundo más común. El tipo 1, que se observa en adultos, generalmente comienza a causar molestias entre los 25 y 30 años. Es un poco más común en mujeres que en hombres. Las quejas más comunes son; Se observan dolor de cabeza, dolor de cuello, espalda y hombros, desequilibrio, mareos, presión ocular, dolor, molestias de tinnitus, en los tipos más complicados, dificultad para tragar, ronquera, defectos motores y sensoriales. Si bien las quejas son intermitentes al principio, en casos posteriores aparecen nuevas quejas y hallazgos. En el 60% de todos los prolapsos cerebelosos existe un quiste (Siringomielia) dentro de la médula espinal, y este quiste hace que el paciente se queje a una edad temprana.
Además, estos pacientes suelen empezar a quejarse a las una edad temprana. Del 10 al 15% de los prolapsos cerebelosos son hereditarios y aproximadamente el 40% de las curvaturas de la columna (escoliosis) son causadas por prolapso cerebeloso. En aquellos tratados por prolapso cerebeloso, las curvaturas de la columna comienzan a mejorar. Aproximadamente el 10-15% de todos los prolapsos cerebelosos van acompañados de acumulación de agua en el cerebro (hidrocefalia). El diagnóstico de prolapso cerebeloso se diagnostica fácilmente radiológicamente mediante Mesonancia Magnética (MRI) cerebral y cervical.
Las flacideces de hasta 5 mm en adultos y hasta 6 mm en niños se consideran normales. Estas tarifas no son válidas para prolapsos cerebelosos con quistes en la médula espinal. La pregunta básica es si el prolapso cerebeloso causa síntomas y molestias o no. La respuesta a esta pregunta se encuentra mediante exámenes e imágenes neurológicos. No existe tratamiento médico para el prolapso cerebeloso. Aquellos que presentan quejas y síntomas o cuyo prolapso de cerebelo progresa durante el seguimiento son tratados con cirugía de cerebelo. El objetivo principal del prolapso del cerebelo es determinar qué tipo de prolapso es y si causa alguna molestia, qué prueba médica se realiza y, lo más importante, qué técnica quirúrgica se realizará. ir. Para responder a estas preguntas, las pruebas neurológicas, radiológicas y de conducción nerviosa cerebral detalladas ayudan en el diagnóstico y el diagnóstico diferencial.
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