Muchos expertos abogan por que las familias estén juntas a la hora de comer y coman juntas. De hecho, según los estudios, es de gran importancia que los miembros de la familia coman juntos en la misma mesa, para adquirir hábitos alimentarios más saludables. Esta situación no sólo tiene un efecto positivo en los hábitos alimentarios. Sin embargo, también contribuye positivamente al desarrollo de habilidades comunicativas dentro de la familia, y al desarrollo social y emocional y al estado mental de los niños que crecen en ese interés familiar. Los individuos se alimentan de este estado de estar juntos. La integridad familiar y los sentimientos de apoyo y confianza también se desarrollan y florecen... Tener un lugar en la mesa y ser parte de ese todo aumenta la confianza en sí mismos de los niños. Junto con el sentido de unidad y compañerismo, también aumenta el sentido de resistencia necesario para superar los momentos difíciles. Un estado saludable de confianza en uno mismo conduce a creencias positivas sobre nosotros mismos. De esta manera nos sentimos bien, nuestra percepción de nosotros mismos se moldea de manera positiva y nos vemos como alguien que merece el respeto de los demás. De esta forma también se fortalece la resiliencia psicológica.
Comer en familia también fortalece las habilidades comunicativas. Gracias al intercambio realizado en la mesa se observa un aumento de las habilidades comunicativas de los niños y un desarrollo positivo. Los niños tienen la oportunidad de expresar sus sentimientos y pensamientos cómodamente con ese sentido de unidad y compañerismo. También aumentará el éxito de un niño que pueda expresarse de forma saludable. En otras palabras, comer con tu hijo no sólo contribuye al desarrollo emocional de tu hijo, sino que también afecta positivamente a su rendimiento académico.
Esta cuestión tiene muchas aportaciones a nuestra salud. Indica un bajo riesgo de obesidad además de reforzar hábitos alimentarios saludables con la comida que se realiza en familia. Contribuye al desarrollo positivo de la imagen corporal, especialmente en la adolescencia. Un individuo que está acostumbrado a comer en familia consume más alimentos saludables y comidas caseras. La tasa de preferencia continua de un individuo por productos alimenticios azucarados y/o preparados disminuye. Produce el placer que obtendrás No lo combina con otras cosas, y de esta forma provoca una disminución en la tasa de desarrollo de trastornos alimentarios, consumo de alcohol y sustancias junto con hábitos alimentarios más saludables.
El tiempo que se pasa frente a la pantalla en la vida diaria es bastante alta. Sin embargo, si consideramos que el tiempo de calidad que los miembros de la familia pasan juntos es muy limitado en este rápido fluir de la vida, podemos entender que los horarios de las comidas son una gran oportunidad para todos los miembros de la familia.
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