La enfermedad causada por la formación anormal de hueso en el oído medio e interno se llama otosclerosis, también conocida como calcificación del oído medio. Con la formación de la nueva estructura ósea, se impide que el sonido llegue al oído interno, que es el principal órgano auditivo. Organo. Como consecuencia de esta situación se produce la pérdida de audición. La otosclerosis proviene de las palabras griegas oto (oído) y sclero (duro).
¿Cómo se produce la otosclerosis?
Aunque no se conoce la causa exacta de la otosclerosis, es hereditaria, es decir, Se dice que los elementos genéticos desempeñan un papel importante en la formación de la enfermedad. También se afirma que el virus del sarampión provoca otosclerosis. Esta enfermedad es más común en mujeres de mediana edad que en hombres y niños. La otosclerosis también puede ocurrir debido a cambios hormonales durante el embarazo y los efectos de algunos virus.
¿Cuáles son los síntomas de la otosclerosis?
Uno de los síntomas más importantes de esta enfermedad es la pérdida de audición . La pérdida de audición puede ocurrir en un oído o en ambos oídos.
Otros síntomas de la enfermedad incluyen;
-Tinnitus,
-Problemas de equilibrio,
>-Pérdida auditiva lentamente progresiva que afecta a un oído o a un oído,
-Temblor,
-Problemas de percepción motora,
-Aumenta la pérdida auditiva durante el embarazo
Tratamiento de la otosclerosis
En casos de otosclerosis detectada a temprana edad, primero se aplica un método de tratamiento para frenar la progresión de la enfermedad. No existe ningún tratamiento farmacológico para esta enfermedad. Durante el tratamiento también se administran suplementos vitamínicos como vitamina D, calcio y flúor para prevenir la pérdida de audición.
Uno de los métodos utilizados con frecuencia en el tratamiento de la otosclerosis es la estapedectomía (cirugía de calcificación del oído medio). En esta cirugía, el hueso del estribo, que tiene un movimiento limitado, se extrae y se reemplaza con una prótesis para transmitir ondas sonoras al oído interno.
Después de la cirugía, pueden ocurrir condiciones como mareos, náuseas y vómitos. . Sin embargo, estas situaciones son temporales. Después de la cirugía, los pacientes deben evitar viajar en avión o coche, bucear y transportar cargas pesadas hasta que los mareos desaparezcan por completo.
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