Para perder peso primero debemos conocer bien nuestro cuerpo, entender qué necesita y cómo funciona. Para protegerse, nuestro cuerpo trabaja para ganar peso, no para perder peso. Esto ha sido así desde la antigüedad. Con la dieta actual, hemos alterado los sistemas que nos permiten perder peso y fortalecido los sistemas que nos permiten ganar peso. Por lo tanto, nos enfrentamos al hecho de que hemos alterado nuestro equilibrio anatómico y hemos convertido nuestro cuerpo en máquinas de almacenamiento de grasa. Entonces, ¿qué debemos hacer para tener un cuerpo duro, músculos y órganos grasos duros en lugar de tejido graso gelatinoso?
En primer lugar, debemos aumentar la capacidad de quema de grasa de nuestro cuerpo. El tejido graso es donde se almacena el exceso de energía que ingresa al cuerpo. Por eso lo primero que te viene a la mente, la restricción energética, no siempre funciona. El cuerpo quemará grasa o descompondrá los músculos para obtener energía. Por ello, se debe implementar un programa de nutrición adecuado y equilibrado.
Debemos aumentar la masa muscular de nuestro cuerpo. Para el desarrollo y reparación de tus músculos, debes consumir proteínas magras y de alta calidad que todo el mundo debería consumir. La principal ventaja de nuestros músculos es que reciben calorías. Entonces, cada vez que tus músculos se mueven, quemas calorías. Mientras que medio kilo de músculo quema de 40 a 120 calorías para mantener su existencia, la grasa requiere sólo de 1 a 3 calorías. Cuanta más proporción muscular haya en nuestro cuerpo, más fácil nos resultará quemar grasa.
Hay algunos alimentos que nos facilitan la quema de grasa:
Piña: Ayuda satisfacer la necesidad de aminoácidos y secretar la hormona de la felicidad. También es un muy buen quemagrasas. Consumiendo 1 rodaja fina de piña al día conseguirás adelgazar 4-5 cm tu zona abdominal.
Probiótico: Consumir alimentos como yogur, kéfir y ayran, que contienen bacterias beneficiosas, es muy bueno para los intestinos. Alimentos probióticos, que permiten que los intestinos, nuestro segundo cerebro, trabajen activamente, aceleran el metabolismo y facilitan la quema de grasas.
Barra de Avena: Consumir barras de avena, que son ricas en triptófano, como snack te mantendrá saciado. y te ayudará a controlar tu apetito.
Kiwi: El kiwi, muy rico en vitamina C, quema grasas gracias a su bajo contenido calórico y su abundante estructura de fibra. Es una fruta muy eficaz a la hora de proporcionar salud.
Boniato: Al ser muy rico en vitamina A y betacaroteno, el boniato te ayuda a equilibrar el azúcar en sangre, retrasa el hambre y te ayuda a controlar el peso. Basta con consumir 200 gramos semanales.
Brócoli: Es una verdura rica en minerales como las vitaminas C, B y azufre. Puedes hervir el brócoli y añadirle 1 cucharadita de aceite de oliva y abundante vinagre y consumirlo en grandes cantidades en las comidas principales. Ayuda a quemar grasas porque es rico en fibra.
Dátil: Es una gran fuente de antioxidantes y magnesio. Ayuda a equilibrar el azúcar en sangre y la presión arterial. También suprime el deseo dulce diario, evitando que recurras al chocolate y los postres, y ayuda a quemar grasa.
Canela: se observó una disminución del 20 % en el azúcar en la sangre en personas que consumieron 1 gramo de canela todos los días. . Puedes utilizar ramas de canela en todas nuestras bebidas, incluida el agua. De esta forma controlas el apetito y facilitas la pérdida de peso.
Bayas: Los componentes que se encuentran en las bayas como las fresas, frambuesas, moras y cerezas tienen el efecto de mejorar la salud cardiovascular, prevenir el cáncer y reducir Los efectos de la menopausia. Con su alto contenido en fibra, pueden usarse como alternativa de snack y ayudar a quemar grasas.
Té verde: Consumir té verde acelera tu metabolismo. Según investigaciones, se ha revelado que consumir té verde ralentiza el aumento de peso. Beber regularmente 1 o 2 tazas de té verde al día reducirá la circunferencia de su cintura entre 2 y 3 cm al mes.
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