- Quiste tirogloso
Es la más común (75%) entre las masas congénitas del cuello.
- Embriología
En el embrión de 4 a 8 semanas de edad, se desarrolla un divertículo tiroideo en el lugar donde encaja el foramencecum. A medida que el divertículo avanza hacia abajo, se forma el conducto trigloso y, a medida que se desarrolla la glándula tiroides, el conducto se oblitera y se atrofia. La glándula tiroides recupera su posición normal en la séptima semana de vida embrionaria. El canal se cierra en la décima semana. Se desarrolla un quiste o fístula a partir de los residuos del canal no cerrado.
El 50 % del diagnóstico se realiza entre los 2 y 6 años de edad. No hay diferencia de género. El 80% de los casos se presenta con una masa asintomática, de superficie lisa e indolora en la línea media. El quiste puede infectarse por una infección secundaria a una infección del tracto respiratorio superior.
Localización
El 70% puede estar en el hueso hioides, el 20% en submentoniano, rara vez supraesternal, lingual, lateral.
- Examen físico
El quiste del conducto trigloso es plano y blando, no doloroso. El movimiento ascendente de la masa cuando la lengua sobresale es típico.
- Diagnóstico en quiste tirogloso
El quiste y su tracto se extirpan hasta la base de la lengua, incluido el cuerpo medio del hueso hioides.
Al no extirpar el hueso hioides, la posibilidad de recurrencia aumenta enormemente.
- Complicaciones
Se puede desarrollar infección en los casos en los que no se realiza cirugía. Se observa degeneración maligna (adenocarcinoma papilar 10%). El punto más importante es que si no se elimina el cuerpo hioides, la recurrencia se produce a una tasa del 5 al 18 %.
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