Se puede observar caminar de puntillas en un promedio de hasta el 15 por ciento de los niños. La marcha bilateral de puntillas es familiar en un 30 por ciento y por lo general comienza antes del mes 18 y se resuelve antes de los 3 años; Este grupo representa la mayoría de los casos. Sin embargo, puede haber muchas razones graves para caminar de puntillas.
En caso de caminar de puntillas unilateral, se evalúan problemas como acortamiento de las piernas, dislocación unilateral de la cadera, problemas de nervios, músculos y tendones unilaterales y daño cerebral unilateral. mientras que se evalúa la marcha bilateral con las yemas de los dedos. La primera condición que se debe excluir al caminar es la parálisis cerebral. La parálisis cerebral es una enfermedad que afecta los sistemas nervioso, muscular y esquelético y ocurre como resultado de un daño al cerebro en desarrollo durante el embarazo, el parto o el período posnatal inmediato. La marcha se ve afectada debido a la espasticidad (contracción excesiva) de los músculos, debilidad, trastornos del equilibrio y la coordinación, rigidez de las articulaciones y deformidades. Otra enfermedad importante en la que se puede observar la marcha bilateral con los dedos de los pies es la enfermedad muscular llamada distrofia muscular. Los primeros síntomas suelen aparecer entre los 2 y los 5 años. Si bien se observa una ligera caída del pie en el período inicial, a esto se suma la marcha de puntillas en el período tardío. Aparte de estos, la marcha de puntillas bilateral se puede observar en la compresión de la médula espinal y en algunas neuropatías.
Los niños que caminan de puntillas deben ser evaluados detalladamente por fisioterapeutas, ortopédicos y, si es necesario, por neurólogos pediátricos.
Tratamiento.Aunque varía dependiendo del diagnóstico y duración del diagnóstico, se evalúa cuánto tiempo ha estado presente la presión del dedo, si se ha iniciado deformidad y limitación de movimientos en el tobillo y si el tobillo está flexible, se puede realizar con frecuencia. Se evalúan ejercicios de estiramiento repetitivos y de larga duración para los músculos de la pantorrilla, relajación de los músculos espásticos y fortalecimiento de los músculos débiles. En los casos resistentes al ejercicio, se pueden recomendar botas largas y ortesis, métodos de yeso en serie y tratamiento con botox para los músculos acortados. En los casos que no se pueden resolver con estos métodos se aplican diversos métodos quirúrgicos.
Leer: 0