¿Podrías ser secretamente obeso?

La obesidad es un trastorno metabólico crónico caracterizado por una acumulación excesiva de grasa en el cuerpo con un aumento en el número o tamaño de las células grasas, que está muy extendido en todo el mundo y causa graves problemas de salud. La obesidad es responsable de 2,8 millones de muertes en todo el mundo.

La Organización Mundial de la Salud define la obesidad como un exceso de almacenamiento de grasa en el cuerpo que se asocia con riesgos para la salud. Este exceso de grasas acumuladas tiene algunos efectos negativos en nuestro metabolismo. Nuestro tejido adiposo actúa como un órgano endocrino en el cuerpo y secreta algunas sustancias químicas que crean una respuesta inflamatoria. La obesidad puede ser la causa de tus ataques de migraña, especialmente enfermedades como resistencia a la insulina, trastornos hormonales, colesterol, enfermedades cardíacas, estrés oxidativo, inflamación.

La obesidad se clasifica según el IMC (Índice de Masa Corporal). El resultado del IMC se obtiene dividiendo tu peso por el cuadrado de tu altura.

Sin embargo, el IMC sólo nos da una pista sobre nuestro grado de obesidad. Porque nuestro índice de masa corporal no nos da información precisa sobre nuestra composición corporal. Lo importante para nosotros es nuestra proporción grasa-músculo corporal. En este punto, también se deben tener en cuenta parámetros como el análisis corporal detallado, la relación cintura/cadera, la edad, el sexo y los hallazgos bioquímicos.

Los estudios muestran que la mayoría de las personas con un índice de masa corporal y un peso normales tienen alto contenido de grasa. Esta condición se DEFINE COMO OBESIDAD OCULTA. En otras palabras, incluso si tienes un peso dentro de tu rango ideal, si tu índice de grasa corporal es alto, te llaman obesidad oculta.

El índice de grasa corporal ideal en los hombres debe ser aproximadamente del 15% y en para las mujeres, debería rondar el 20-22%.

La obesidad oculta, que es una afección que encontramos con frecuencia en las clínicas, conlleva los mismos riesgos para la salud que la obesidad. De hecho, puede ser aún más peligroso porque no se puede detectar directamente, como la obesidad. La grasa acumulada alrededor de los órganos hace que estos pierdan su función, creando así un riesgo de enfermedades.

Una dieta inadecuada, el consumo excesivo de carbohidratos, la inactividad y algunos productos adelgazantes pueden ser las causas de la obesidad oculta. Los productos utilizados para adelgazar rápidamente provocan pérdida de masa muscular y de agua, al tiempo que afectan nuestra cantidad de grasa. No provoca disminución de peso.

Nuestro objetivo aquí debe ser alcanzar nuestra relación grasa-músculo ideal mediante una dieta equilibrada, adecuada y saludable, y proteger nuestra salud general y bienestar espiritual. , en lugar de un enfoque de restricción calórica basado en el peso.

 

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