Los padres que consideran sabio a su hijo que no habla pueden señalar un punto completamente diferente. El autismo es un trastorno complejo y ambiguo que es congénito o aparece en los primeros años de vida. Al contrario de lo que se sabe, no está relacionado con el nivel de inteligencia, y la mayoría de los niños diagnosticados con autismo pueden tener distintos grados de discapacidad de aprendizaje y retraso mental. Aunque varía dependiendo de la intensidad de los síntomas, a este amplio espectro lo llamamos espectro. El autismo no es una enfermedad mental; sin embargo, sus síntomas pueden evocar algunas enfermedades mentales y dejar a los padres con signos de interrogación.
El diagnóstico a temprana edad es importante para iniciar la educación lo antes posible. Padres, en los primeros tres meses, su hijo debería poder mirarles a la cara, sonreír y seguir objetos. Cuando los niños con un desarrollo normal llegan a los 2 años, empiezan a pronunciar frases. Por eso los padres que dicen que mi hijo es muy tranquilo y de buen comportamiento deben prestar especial atención a esta situación, porque cuando su edad es un poco mayor, el retraso en el habla empieza a llamar la atención de los padres. Si los padres reaccionan tarde o no reaccionan cuando su hijo grita, si tiene serias dificultades para comunicarse, si por el contrario coge una cuchara y presenta comportamientos repetitivos como dar vueltas y aplaudir durante horas, consulte a un especialista antes de hacerlo. Demasiado tarde.
Aparte de una estricta observación hasta el diagnóstico, después te espera el proceso de educación especial de tu hijo. Con el diagnóstico también se forma el plan de tratamiento. Con métodos adecuados y eficaces se observa una reducción significativa de los síntomas de la enfermedad. Sin embargo, no existe ningún método de tratamiento que elimine por completo el autismo. El proceso que comienza con la información, la educación especial, la farmacoterapia que facilite la educación (muchas veces al tratamiento se añaden medicamentos para acompañar trastornos de conducta, hiperactividad, déficit de atención, reducción de movimientos repetitivos o regulación del sueño), educación física y terapia individual o de grupo para el niño con necesidades especiales que continúa.
Criar a un niño con autismo No tiene relación con las características del empleo ni con las características socioeconómicas de la familia. Los padres a cuyos hijos se les diagnostica autismo pueden experimentar una gran tristeza y, en tales casos, obtener apoyo psicológico es beneficioso y orientador. Es de gran importancia que aceptes a tus hijos, los apoyes tanto como puedas y cooperes siguiendo de cerca el proceso para seguir el camino adecuado. Por encima de todo, el cuidado y el amor que le brinda a su hijo es de inmenso valor.
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