“¿Por qué algunas personas pueden afrontar situaciones estresantes más fácilmente y convertirlas en una ventaja, pero yo no puedo?”
Algunos de nosotros podemos responder a esta pregunta que son débiles, inadecuados o fracasados. . Cada uno tiene diferentes estrategias para afrontar los diferentes desafíos de la vida. A veces estas estrategias funcionan, a veces no lo suficiente. La vida fluye rápido, cada día se nos presentan nuevos problemas, dificultades y exámenes. Especialmente este año. En estos días de gran incertidumbre, algunos de nosotros seguimos con nuestras vidas y otros sentimos gran ansiedad. Sí, es cierto, algunos de nosotros nos adaptamos más fácilmente a la situación estresante organizando estrategias para afrontar estas dificultades de forma más fácil y rápida. Esto no significa que otras personas sean incompetentes o impotentes. Esto está relacionado con lo difíciles que son nuestros recursos psicológicos y cómo podemos utilizarlos en el lugar correcto y en el momento correcto. El optimismo, la esperanza, el estilo de afrontamiento y la resiliencia constituyen nuestros recursos psicológicos.
La resiliencia psicológica se puede definir simplemente como “la capacidad de adaptarse”. La filosofía subyacente es mucho más rica que su definición. Podemos explicar la resiliencia psicológica como la flexibilidad que uno puede ser para crear una solución ante un evento negativo y la capacidad de superar esta situación estresante. En lugar de centrarse en los aspectos débiles de las personas, se centran en las áreas en las que se encuentran fuertes y crean sus estrategias de afrontamiento enfatizando sus fortalezas. Se ha determinado que han desarrollado rasgos como la confianza en sí mismos, la autoestima y la autoeficacia, son conscientes de sus recursos psicológicos y muestran un enfoque más controlado y flexible ante eventos estresantes con un alto ajuste psicológico. Se observan vínculos familiares débiles, dificultades económicas, soledad, pérdida en la familia, poca creencia en el cambio, no amarse a uno mismo, tratar de fingir ser alguien que no es, estar alienado de uno mismo, no poder reconocer sus sentimientos. y represión, enfoque pesimista, encontrar la vida sin sentido.
La resiliencia psicológica es una característica que se desarrolla con la interacción dinámica de las características individuales y los factores ambientales. Por tanto, es una característica que puede cambiar con el paso de los años, que puede mejorarse o degradarse. Bueno;
¿Cómo podemos mejorar nuestra resiliencia?
Como acabamos de mencionar, si consideramos la filosofía detrás de la resiliencia, nuestros puntos básicos para fortalecer este aspecto son; Se tratará de notar, determinar nuestros objetivos y resaltar nuestras fortalezas.
Reconoce tus fortalezas y haz una lista de ellas.
Piensa en la última vez que usaste tus fortalezas y en qué situación. Haz un análisis detallado de lo que hiciste en situaciones malas que superaste antes.
Informa a las personas que te rodean sobre la resiliencia psicológica y ayúdalas a encontrar sus fortalezas. Esta comunicación con las personas será realmente eficaz para ayudarle a adquirir algunas habilidades de afrontamiento activas (como asertividad, pensamiento crítico, regulación de las emociones).
Aumente sus actividades sociales y reduzca el tiempo que pasa solo. La soledad es un factor de riesgo para la resiliencia y la socialización es un factor protector contra ella.
Cree rutinas que respalden sus fortalezas y actitudes positivas. De esta forma, podrás convertir estas conductas en un hábito en tu vida diaria.
Si te cuesta hacer estas cosas y no progresas lo suficiente, puedes intentar buscar apoyo psicológico de profesionales de la salud mental. . Siguiendo estos pasos, será una opción útil para reevaluar y resolver las situaciones con las que tienes dificultades.
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