DIVORCIO E HIJOS


La familia es la unidad social donde el niño da su primer paso en la vida, donde se satisfacen sus necesidades básicas como nutrición y protección, donde siente por primera vez confianza y amor y donde aprende reglas sociales, y Por lo tanto, es el que más afecta el desarrollo emocional del niño. Cambios como la separación y el divorcio también afectan a los niños. Por este motivo, las familias deberían tener más cuidado en las relaciones con sus hijos durante este periodo.

Dar una explicación honesta al niño

Cuando los padres toman una decisión final sobre el divorcio, primero deben darle una explicación sencilla al niño sobre el divorcio. . Durante esta conversación se debe tener cuidado de ser honesto, de no engañar al niño de ninguna manera y de no mencionar detalles innecesarios sobre los problemas entre los padres. Si es posible, los padres deben conversar juntos sobre el divorcio. Sin embargo, si los padres necesitan hablar por separado, es importante que hablen de manera similar. Los padres deben explicarle al niño que sólo la relación conyugal ha terminado, pero que sus roles como padres no han cambiado y que el divorcio no es culpa suya.

Hablando de cambios

Cuando los niños se enteran del divorcio, se preguntan qué cambiará en sus vidas. . La incertidumbre sobre su vida futura puede causar preocupación en el niño. Por este motivo, los padres deben explicarle al niño qué cambiará en su vida con el divorcio. Sin embargo, durante este período, sería beneficioso minimizar al máximo los cambios en la vida del niño y, si es posible, no cambiar su escuela o sus actividades rutinarias.

Estar dispuesto a escuchar a los sentimientos y pensamientos del niño

Padres El niño debe saber que esta situación es difícil para los niños y que es normal que experimente emociones como tristeza, enojo, culpa y decepción. Hay que animarles a expresar sus sentimientos. Los padres deben escuchar las palabras, pensamientos y sentimientos del niño con una actitud de aceptación hasta el final.

Mostrar amor y cariño y dedicar tiempo especial

Los hijos necesitan estar con sus padres más que nunca durante el proceso de divorcio. Durante este período, los niños pueden tener miedo de perder el amor de sus padres. Por esta razón, los padres a menudo deben decirle al niño que lo aman y pasar tiempo a solas con él. Los niños pueden estar ansiosos durante este período y pueden comportarse como los de un bebé, como hablar como un bebé, mojar la cama y chuparse el dedo. Los padres no deben olvidar que estos comportamientos son temporales y que sus hijos necesitan más cariño y consuelo.

Comportarse de forma coherente, concertar reuniones periódicas, crear reglas comunes

Madre divorciada Los padres deben establecer una rutina regular de reuniones con sus hijos. Los niños se sienten más seguros si saben cuándo y durante cuánto tiempo se realizarán las visitas. Sin embargo, el padre que no vive con el niño debe tener juguetes, ropa, etc. especiales para cada reunión. no es necesario tomarlo. Porque los niños necesitan más tiempo para pasar con sus padres que juguetes nuevos.
Si la madre o el padre necesitan vivir lejos del niño después del divorcio, teléfono, skype, correo electrónico, etc. El contacto regular con el niño a través de las redes sociales es importante para que el niño se sienta valorado.
Después del divorcio de los padres, se deben establecer reglas y rutinas permanentes y consistentes que se apliquen a ambos hogares. El comportamiento inconsistente puede hacer que el niño se vuelva aún más ansioso en este proceso.

No reflejar el conflicto entre los padres al niño

En este proceso, los padres están uno contra el otro. Es posible que se sientan enojados. Sin embargo, las discusiones delante del niño dificultan que los niños afronten el divorcio. Por este motivo, los padres no deben discutir delante del niño, pensión alimenticia, reparto de bienes, etc. Hay que tener cuidado de no discutir los problemas delante de él o criticar a su ex esposa delante del niño.
Además, los padres no deben utilizar al niño para comunicarse con el otro padre, para saber qué está haciendo el otro padre o para vengarse del excónyuge impidiéndole ver al niño.
Cuando el niño se queja del otro progenitor, escuchando lo que el niño dice imparcialmente, es necesario no intervenir en la relación.
Finalmente, los padres no deben olvidar que sus hijos aman mucho tanto a sus madres como a sus padres y que tener que elegir un bando en cualquier disputa sería muy agotador para el niño y no debería obligarlo a elegir un bando.

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