Si los días dorados son una de las multitudes peligrosas, otra son los entornos de oficina. Cuchicheando sobre qué comer, haciendo que sea un mal día para traerlo de casa, o; Que vengan los wraps, que se vayan los kebabs... Sin embargo, puedes eliminar estos problemas con unas pequeñas sugerencias.
La primera regla es no saltarte comidas. El error más común es consumir bollería, bollería y boyoz en el desayuno, en su lugar puedes elegir queso, copos de maíz o medio cereal integral entre 2 rebanadas de pan.
Almuerzo es uno de los mayores problemas... Si puedes lo mejor es que te lleves la comida que cocinas en casa, pero si no, puedes optar por verduras o pollo a la plancha, albóndigas o un plato de sopa caliente en lugar de comida rápida o wraps, debes dejarlo a un lado. En su lugar, puedes tener alternativas como frutos secos, nueces, almendras, galletas dietéticas y palitos de pan integrales.
En lugar de consumir té y café constantemente durante el día, toma una jarra y beber mucha agua. Agregar fuentes de vitamina C como limón, menta y pepino a tu jarra revitalizará tu metabolismo.
Añade movimiento a tu vida. Empiece a usar las escaleras, camine entre 15 y 20 minutos durante la pausa del almuerzo y haga pequeños movimientos de estiramiento a lo largo del día.
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