En la orientación psicológica infantil, el primer encuentro consiste en conocer al niño y al joven, obtener de la familia la información necesaria (historia de nacimiento, experiencias pasadas), aplicar algunas técnicas de medición y evaluación, si fuera necesario, en función de la situación del niño. periodo de desarrollo y problema, informando a la familia sobre el proceso terapéutico. Incluye etapas en las que se discuten situaciones como dar información y planificar el proceso.
¿Cómo debes explicarle esta situación a tu hijo?
La forma de explicar este proceso varía según los periodos de desarrollo. Sin embargo, lo importante en cada grupo de edad es dar información clara, precisa y exacta al niño. Descripciones inexactas como "vamos a ver a un amigo mío" o "vamos a ver a un maestro" al niño reducirán la fe del niño tanto en el psicólogo como en la familia. En cambio, hacer que la explicación sea breve, clara y precisa para los niños pequeños evitará cualquier confusión que pueda surgir en su hijo. El deseo de las familias de ocultar a sus hijos los problemas que discutirán con sus hijos es comprensible pero innecesario; Porque los niños de alguna manera son conscientes de que hay un problema a su alrededor y dentro de ellos mismos. Por esta razón, transmitir el proceso al niño tal como es le permite hacerse dueño del proceso de apoyo psicológico que recibirá, lo que incide positivamente en el tratamiento. Sin embargo, si existe una situación especial dentro de la familia y el niño aún no es consciente de esta situación (divorcio, adopción, violencia, etc.), sería más adecuado comentar este tema con el psicólogo con antelación y luego continuar con el tratamiento. proceso a solas con el niño o con la familia por un tiempo, según recomendación del terapeuta. Bastará con que las familias les digan a los niños pequeños que las cosas que les molestan se les van a desaparecer, y que si ya no les molesta nada, se reunirán con alguien para informarles sobre cómo acercarse a sus hijos, jugar y charlar allí. En la primera sesión, el terapeuta explicará a la familia y al niño quiénes son los psicólogos y qué harán con ellos.
Con los escolares, al ser más conscientes por su edad, hablarán brevemente sobre lo que sabe acerca de ir a un psicólogo, y luego, de la misma manera, explicarle al niño las dificultades que está experimentando para relajarse y sentirse mejor, donde se reunirá con alguien, jugará y se relajará. por un momento. Se puede decir que puede hablar con la gente.
La situación es ligeramente diferente para los jóvenes. Es posible que algunos jóvenes quieran consultar a un psicólogo según su propia discreción. Sin embargo, los problemas que experimentan algunos jóvenes también pueden impedirles acudir a terapia. Llegados a este punto, sería oportuno sugerir que el joven consulte primero con un especialista para sentirse más feliz y cómodo. Sin embargo, si el joven no quiere recibir ningún tipo de asesoramiento, no lo obligues, esto dificultará aún más las cosas. En tales casos, puedes gestionar el proceso más fácilmente y obtener apoyo para la participación del joven en el proceso manteniendo una reunión separada con tu psicólogo.
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