¿Cuál es el papel y la importancia de poder decir no en nuestras vidas? En primer lugar, es necesario comprender esto completamente. Imagina que tu mente es como una radio. Disfrutarás escuchando tus canales favoritos. Cuando el canal que estás escuchando no recibe recepción completa, comenzarás a escuchar crujidos. Cuando sigues sin tirar cada vez más, estos chirridos aumentan paulatinamente y esta situación te molesta. Hace que no entiendas lo que estás escuchando y no lo disfrutes. Te resultará difícil seguir escuchando.
Aquí están los crujidos que escuchas cuando no está filmando; Puedes pensar en tus necesidades y prioridades como decisiones que otros toman sobre ti cuando tú mismo no te conoces ni te escuchas. Cuando las prioridades y los deseos de otras personas se vuelven los más importantes en tu propia vida, empiezas a perder la noción de ti mismo. Los chirridos en tu vida, es decir, el control externo, siguen aumentando.
Por eso necesitamos decir no y aclarar nuestros límites para poder ser protagonistas de nuestra propia vida y tomar decisiones. desde dentro de nosotros mismos, en lugar de desde afuera hacia adentro.
Poder decir que no es un poderoso limpiador en nuestras vidas; Amplía nuestro campo de visión y nos permite ver con mayor claridad. Y no olvidemos que a medida que decimos No, nuestros Sí sobre nosotros mismos aumentan y empezamos a vernos con más claridad.
¿Cuáles son los sentimientos y pensamientos que subyacen a no poder decir No?
Reşat Nuri Güntekin dijo: “Preferimos decir No, es mi trabajo”. Somos personas que no podemos decir "de ninguna manera". Resume la sociedad en la que vivimos con el dicho "Nuestro cansancio nunca termina".
Entonces, ¿por qué no podemos decir que no? ¿Qué pensamientos alimentan este cansancio?
Ø Vergüenza sobre ustedes
Ø Oh gente, no se pongan nerviosos
Ø No dejen que surja una discusión
Ø No hablen a sus espaldas
Ø No dejes que piensen mal de mí
Ø Se me pegará en la mano, déjame hacerlo sólo esta vez
Ø No pasa nada una vez...
¿Cuáles son los sentimientos subyacentes a estos y otros pensamientos y suposiciones similares?
Ø Miedo a perder
Ø Sentimiento de inutilidad
Ø Culpabilidad
Ø Escapar de la soledad
Ø Miedo a no ser amado
Ø Expectativas, no ser cumplido expectativa de ver a alguien mejor, etc.
Ø Miedo a ser incomprendido…
¿Qué surge a raíz de estas emociones, qué malestares comienzan a ocurrir en nosotros mismos? Burnout, introversión, fatiga crónica, agotamiento, ira, complejidad….
¿Te suenan estos trastornos, cuáles tienes? ¿Qué pensamientos y sentimientos lo acompañan? ¿A qué te vuelves adicto mientras huyes de todas estas emociones? ¿Huir tu solución?
¿Cómo podemos decir que no?
En primer lugar, evalúa la situación en la que te encuentras. Observa qué sentimientos y pensamientos lo acompañan. Y no te sientas culpable cuando digas que no. Intentar ser suficientes para todo no es nuestro deber principal, no asumamos la responsabilidad de buscar una solución antes de que sea necesaria.
Decir no no nos convierte en descuidados y desconsiderados. Al contrario, muestra que podemos ver nuestras propias necesidades y las de quienes nos rodean con precisión y claridad. Al dejar de lado las cosas a las que decimos Sí a regañadientes, en realidad elegimos la honestidad.
Determinemos nuestros límites y prioridades;
· Determinemos correctamente qué haremos y qué no podemos hacer. hacer.
· ¿Qué es lo que realmente queremos hacer y qué no queremos hacer?
· ¿Cuáles son nuestras prioridades para nosotros mismos? & ¿Cuáles son las prioridades de los demás?
· ¿Quiénes somos y quiénes no somos?
Cuando encontremos respuestas pensando verdaderamente en ellas, nos conoceremos a nosotros mismos y nos valoraremos más. . Nos aprobaremos más a nosotros mismos.
Después de considerar las respuestas a estas preguntas, preparemos una lista de prioridades para nosotros. Puedes determinar especialmente aquello a lo que no puedes decir que no, lo que está fuera de tu control y empezar por los puntos en los que te resulta difícil intervenir. En primer lugar, necesitamos desarrollar estos músculos con pequeñas prácticas. Haz ejercicios diciendo No durante 1 semana y obsérvate. Mientras hacemos estos ejercicios, seamos sinceros en nuestras intenciones, hagamos una declaración clara y educada y mantengámonos firmes sin rendirnos.
Todos tenemos la capacidad de decir no y asumir el papel de liderazgo, pero tenemos dificultades sobre cómo y dónde utilizarlo. En primer lugar, aprender a utilizarlo de forma eficiente. Debemos ser diligentes y esforzarnos para que podamos ver los resultados fructíferos a medida que los experimentamos.
Y no olvidemos que decir No no nos vuelve egoístas, al contrario, revela nuestra personalidad y a nosotros mismos.
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