Una de las quejas más comunes de las madres es que sus hijos no comen desde la infancia. Cuando llevan a sus hijos al médico, empiezan con estas quejas. Según los resultados se observa que la altura y el peso de los niños en general son adecuados para su edad, pero aún según este resultado las preocupaciones de las madres no desaparecen. Sin embargo, en realidad, es posible que el niño no haya tenido la oportunidad de comer solo. Hay gente constantemente intentando que coma mientras juega frente al televisor. En este proceso, comer no es un proceso para el niño, sino una forma de comunicarse con los adultos.
Los bebés que tienen hambre están inquietos y se sienten aliviados cuando están llenos. De esta forma se establecen patrones alimentarios normales. Las madres sienten y comprenden que el bebé tiene hambre por los sonidos que hace y lo alivian. Sin embargo, algunas madres se alarman con cada sonido que hace el niño y no pueden distinguirlos. Intentan alimentarlo cada vez que llora, pensando que tiene hambre, o intentan alimentarlo más, pensando que el bebé no está satisfecho. En otras palabras, es más importante que la madre lo encuentre suficiente que las necesidades del bebé. Sin embargo, lo primero que ayuda al bebé a completar el proceso normal de nutrición son los alimentos correctamente seleccionados y el comportamiento de la madre.
Así como la cantidad de alimento es importante, también lo es la forma en que se presenta al niño. importante. Por ejemplo, no se debe intentar hacer comer al niño corriendo tras él con un plato en la mano o delante del televisor. De esta manera, es posible que pueda alimentar al niño, pero no le proporciona una nutrición adecuada.
Los problemas alimentarios más básicos que se observan en los niños son problemas médicos relacionados con el niño (como problemas del sistema digestivo). ). Otra razón es el comportamiento y las actitudes inapropiadas con respecto a la nutrición, y es más difícil de cambiar que los problemas médicos.
Los trastornos alimentarios en los niños generalmente se basan en factores psicológicos. Los trastornos alimentarios se encuentran con frecuencia en niños abandonados y a los que no se les presta suficiente atención. Primero se deben satisfacer las necesidades de atención de los niños. Durante la infancia, los niños se niegan a ser alimentados e intentan castigar a sus familias o cuidadores.
Para poder ser alimentado es necesario mantener al niño alejado de factores ambientales que distraigan su atención durante la alimentación. Ver televisión o charlar puede distraer al bebé. No se debe presionar al niño para que termine la comida rápidamente. No se debe intentar alimentar a la fuerza engañando al bebé. Si el niño está lleno, no se le debe obligar a comer más.
Los trastornos alimentarios pueden causar muchos problemas mentales, físicos y sociales. Por lo tanto, no hay que olvidar que si estos problemas persisten durante más de un mes, se debe buscar ayuda de expertos sin demora.
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