La tiña o la tiña no es una enfermedad causada por lombrices. Más bien, estas infecciones de la piel, que también son superficiales, se conocen como tiña y son causadas por hongos llamados dermatofitos.
Las células del sistema inmunológico, que normalmente nos protegen de sustancias extrañas, virus y bacterias que ingresan a nuestro cuerpo, pueden ser suministrado a las células sanas del cuerpo por diversas razones. Una de las consecuencias de esta situación es la tiña, conocida médicamente como “alopecia areata”, la enfermedad comienza a manifestarse en forma de monedas en la zona pilosa. Esta afección, que también se puede observar en personas sanas, en ocasiones puede ir acompañada de afecciones subyacentes como trastornos de la tiroides, enfermedades de la piel, anemia, deficiencias de vitaminas, diabetes y enfermedades del tejido del colágeno.
En la tiña, que es un sistema inmunológico, se forman anticuerpos contra los folículos pilosos, lo que daña los folículos pilosos aquí y provoca la caída del cabello. Esta caída del cabello suele ser temporal y el cabello vuelve a crecer, pero en algunos casos la pérdida puede ser permanente. Aunque es más común en edades más jóvenes, hombres y mujeres se ven afectados por igual. Si bien la tiña a veces se limita a un solo lugar, a veces puede propagarse y crecer e incluso provocar la pérdida de vello corporal además del cuero cabelludo.
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