¡3 enfermedades que debilitan a la familia!

¡3 enfermedades que debilitan a la familia!

Hay 3 enfermedades que debilitan a la familia. Estos; Laicismo, individualismo y anomia social. El secularismo es un riesgo grave. Porque debilitó el sentido de responsabilidad de los individuos. Reducía la responsabilidad de conciencia de la persona. Esto provocó que las relaciones se volvieran egoístas y los valores familiares se debilitaran. Hoy en día, los cónyuges pueden divorciarse muy fácilmente. Tener una actitud como "Si no puedo hacerlo, me divorciaré" antes del matrimonio también daña el matrimonio. El matrimonio es como un avión o un barco. Cuando el avión despega o el barco zarpa de tierra, ¿puedes decir: 'Estoy aburrido y bájate'?, o pensar en un cirujano. Es una operación completa, ¿alguien puede decir "estoy aburrido" en medio de la cirugía y salir de la cirugía? Esto no es verdad. El matrimonio requiere responsabilidad, la madurez conyugal es muy importante para los cónyuges.

¡No busques defectos después del matrimonio!

Las percepciones sobre el matrimonio han cambiado hoy. Lamentablemente, los muros sociales que protegen a la familia se han derrumbado hoy. Con el cambio en las normas sociales, también provocó que se tomaran decisiones equivocadas con respecto al matrimonio.

“¡El individuo, no la familia, es sagrado!”

Hoy es más sagrado el individuo, no la familia, y esta situación es familiar. Daña la estructura.

La palabra mágica en la familia es amar la casa, amar al cónyuge, amo al niño. La confianza es tan importante como el amor. Debemos lograr hacer de nuestras familias un lugar seguro. Sin embargo, los miembros de la familia pueden ser felices cuando se sienten en un ambiente seguro. Debe existir una relación de copresidencia entre los cónyuges. Esto es realmente importante. Los cónyuges deben poder tomar decisiones juntos en las relaciones familiares.

 

Un enemigo del matrimonio es el lenguaje acusatorio

Los cónyuges deben desarrollarse Habilidades para resolver problemas y luchar contra los problemas. Los cónyuges deben poder dirigirse entre sí con el lenguaje "yo", no "usted". Esto mejorará la calidad del matrimonio. Hoy en día somos testigos de muchas peleas de ego en los matrimonios. Tú y yo peleamos y 'me dijiste esto, me hiciste aquello'...etc. La relación entre hombres y mujeres es complementaria, no competitiva. Esto no debería olvidarse. Deberíamos pensar en el matrimonio como un viaje en barco. ¿Qué pasa si un lado balancea el barco y el otro también lo balancea? El barco vuelca y vuelca. La otra persona no debe hacer mella en esta situación. El equilibrio es muy importante en el matrimonio. Quienes pueden lograrlo mantienen a la familia como último castillo. puede oír.

 

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