El ejercicio realizado correctamente brinda apoyo positivo al cuerpo y al alma humanos para vivir una vida saludable. Se recomienda que las personas que estén considerando practicar deportes sean examinadas por un médico y se determinen los factores de riesgo relacionados con el deporte que les interesa. El papel orientador del médico en la elección de la rama deportiva cobra importancia, especialmente cuando se inicia en la práctica deportiva a una edad temprana.
El deporte puede ser saludable, pero también puede dañar el organismo cuando se exagera. En personas mayores de 40 años y con antecedentes de enfermedad crónica se debe evaluar de cerca el sistema cardiovascular y evaluar los problemas articulares antes de iniciar la práctica de deporte. Se debe evaluar el estado cardiovascular para reducir el riesgo cardíaco en atletas jóvenes. En este contexto, sería correcto consultar a un médico sobre el nivel y tipo de deporte a realizar.
La nutrición es muy importante para la salud del deportista. Para mantener llenas las reservas de glucógeno muscular, la dieta del deportista debe consistir en carbohidratos complejos como pan, arroz, patatas, pasta y alimentos harinosos; Debe ser rico en productos bajos en grasas como avena y pasas, y alimentos como judías, garbanzos, judías y lentejas. La ingesta excesiva de proteínas no aumenta la masa muscular; por el contrario, puede aumentar la excreción de agua y calcio del cuerpo, provocando pérdida de agua y cansando los riñones. La ingesta de alimentos grasos también debe limitarse en los deportistas; una ingesta excesiva conduce a un aumento de peso y una pérdida de rendimiento, y una ingesta baja conduce a una menor absorción de las vitaminas liposolubles A, D, E, K. Las vitaminas A, C, E aceleran la eliminación de los radicales libres formados durante la práctica de deporte y fortalecen el sistema inmunológico. Si son deficientes, aumenta el riesgo de lesiones. Los suplementos de hierro, calcio y zinc son importantes para aumentar el rendimiento. Es muy importante que el deportista beba 3 vasos de agua 2 horas antes de empezar a practicar deporte y consumir al menos 2 litros de agua al día, el patrón de sueño es una de las cuestiones que se deben tener en cuenta en la salud del deportista. Se requieren al menos 7-8 horas de sueño por la noche. La hormona del crecimiento y la melatonina se secretan principalmente por la noche. Estas hormonas aceleran la regeneración de los tejidos dañados del cuerpo. Cuando la hormona del crecimiento disminuye, se producen problemas de peso y concentración. El mecanismo de reparación del cuerpo disminuye.
El período de descanso entre sesiones de entrenamiento es muy importante para la salud del deportista. El cuerpo que no ha sido regenerado está cansado, física y psicológicamente. Dado que será reacio y débil, causará lesiones más fácilmente. Otro problema relacionado con la sobrecarga sin un descanso adecuado es la situación SURATRANE, que se caracteriza por una grave pérdida de rendimiento. Es el nombre que se le da a una fatiga crónica persistente y disminución permanente del rendimiento que dura días o semanas. Lo que aquí queremos decir no es la fatiga a corto plazo o la disminución temporal del rendimiento que se produce después del entrenamiento. Suele ir acompañado de síntomas como deterioro de la calidad del sueño, pérdida del instinto sexual y del apetito, trastornos del estado de ánimo, disminución del deseo de pelear y depresión. Es posible que las molestias no desaparezcan a pesar de algunas semanas de descanso completo.
Tomar las precauciones necesarias dentro y fuera del campo para minimizar las lesiones deportivas; La distancia de seguridad, la uniformidad del terreno, los factores de iluminación, la comodidad de la ropa y el calzado también son importantes para prevenir traumas en los atletas.
La preparación del ejercicio es importante para prevenir traumatismos y lesiones en los atletas. Al comenzar con ejercicios de calentamiento antes de empezar a practicar deporte y aumentar gradualmente el nivel de ejercicio, protegemos el sistema musculoesquelético y el sistema cardiovascular. Al reducir progresivamente el ejercicio después de la práctica deportiva sin interrumpirlo bruscamente, se previene la acumulación de ácido láctico en los músculos y sus efectos.
El objetivo del tratamiento de las lesiones deportivas es devolver al deportista a la práctica deportiva con el mejor rendimiento posible lo antes posible. lo más posible sin prolongar o repetir la lesión. p>
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