Los niños muestran diferentes características en diferentes períodos de desarrollo desde el momento en que nacen. Durante este período, adquieren ciertas habilidades y destrezas. Mientras adquieren estas habilidades, necesitan la atención, el apoyo y la estimulación de sus padres y, con este interés y apoyo, desarrollan estas habilidades de simples a complejas. Por ejemplo, un niño que comienza a balbucear dice sílabas, luego palabras y luego oraciones. Cuando los padres conocen las características del niño en estos períodos y actúan de acuerdo con estas características, el desarrollo espiritual del niño continúa de manera saludable. Sin embargo, en ausencia de apoyo y enfoques adecuados, pueden surgir problemas en el desarrollo mental. Los especialistas en salud mental infantil guían a los padres en la resolución de problemas durante los períodos problemáticos y garantizan que el desarrollo del niño vuelva a tomar un camino saludable.
Algunos trastornos mentales pueden observarse en niños debido a razones genéticas y ambientales. En ocasiones, en niños con predisposición genética, actitudes parentales inadecuadas y acontecimientos vitales negativos pueden desencadenar la aparición de estas enfermedades mentales. A veces, los síntomas mentales que se producen debido a una predisposición genética pueden verse exacerbados por actitudes parentales inapropiadas y acontecimientos vitales negativos. Trastorno por déficit de atención con hiperactividad, trastorno de conducta, trastorno de tics, trastornos del habla, incontinencia, trastorno autista, retraso en el desarrollo, depresión, trastorno bipolar, suicidio, obsesiones, consumo de sustancias, trastornos alimentarios, trastornos de ansiedad (fobia social, trastorno de ansiedad generalizada), ansiedad por separación , fobia escolar, trastorno de pánico), trastorno de estrés postraumático, trastornos por uso de sustancias, trastornos del sueño, trastornos psicóticos... son trastornos mentales que se observan en los niños y estos trastornos afectan negativamente a la armonía del niño, a sus relaciones, a sus habilidades académicas y también a la vida de la familia. . Cuando se presentan estos trastornos, cuando se consulta a un psiquiatra infantil, el impacto negativo del niño en la vida escolar, social y familiar se puede reducir o corregir con el apoyo, abordaje y tratamiento adecuado después de las evaluaciones. Sin embargo, cuando estos trastornos mentales no son tratados, afectan negativamente a la vida presente y futura del niño. Por este motivo, es importante que las familias tengan cuidado con los síntomas psicológicos de sus hijos, ya que estos síntomas pueden tener consecuencias negativas en la vida del niño. Es importante que reciban apoyo antes de dar a luz.
Las familias deben prestar atención a si sus hijos tienen problemas psicológicos o no, si tienen características diferentes a las de sus compañeros (como hablar tarde, ser demasiado activos , no poder mantener la atención en las lecciones, tener dificultades para aprender, tener dificultades para seguir las reglas), es importante que se den cuenta de esto y obtengan ayuda de psiquiatras infantiles para resolver estos problemas. Nuevamente, sus hijos están más irritables que de costumbre (a diferencia de sus antiguas características), infelices, reacios, tienen problemas para dormir, obsesiones, tics, angustiados y ansiosos, más activos, hablan mucho, tienen energía, tienen problemas para comer. a medida que comienzan el aumento de peso, el consumo de sustancias, la inseguridad, la ansiedad, el miedo, la incontinencia de orina y caca, morderse las uñas, dañarse a sí mismos y a su entorno, deben solicitar apoyo psiquiátrico adecuado, entendiendo que estos pueden deberse a trastornos mentales. Lo más probable es que los niños que presentan estas quejas disminuyan o mejoren cuando se realiza una evaluación detallada, se investigan las condiciones causales y se brinda el apoyo terapéutico adecuado. Las familias deben ser conscientes de que pasar mucho tiempo con el niño con trastornos mentales hará que este trastorno mental le dañe más y creará una base para el desarrollo de nuevos trastornos mentales. Por esta razón, las familias deben notar los cambios emocionales y de comportamiento en sus hijos de manera oportuna y buscar apoyo psiquiátrico sin demora, y buscar tratamiento rápidamente antes de que los problemas mentales se agraven y se agreguen nuevos trastornos mentales al panorama. Las relaciones sociales también se ven afectadas negativamente cuando viven. Hacer frente a estos problemas se vuelve difícil para el niño y la familia. Las familias pueden sentirse impotentes, agotadas y experimentar intensos conflictos con sus hijos. Nuevamente, a veces los padres pueden tener dificultades sobre cómo tratar a sus hijos cuando enfrentan problemas. Asimismo, los niños pueden pelear con sus familias y desarrollar un estilo de relación intensamente problemático. Estos problemas mentales y de desarrollo están relacionados con conflictos familiares, relaciones El problema puede convertirse en un estigma. Informar a la familia sobre los problemas mentales y de desarrollo, orientarlos sobre los enfoques apropiados y resolver el problema mental primario también resolverá el problema de la relación entre la familia, el niño y la familia. Por esta razón, las familias deben ser conscientes de los efectos negativos que los problemas mentales y de desarrollo tienen en la relación familiar y no deben demorarse en acudir a un especialista para obtener el apoyo adecuado. Se proporcionará apoyo para reducir o corregir los problemas mentales de los niños. y a los jóvenes con enfoques de tratamiento adecuados mediante la realización de las pruebas psicométricas necesarias y una evaluación psicológica integral de sus problemas.
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