La temporada invernal, que comienza a hacerse sentir a medida que el clima se vuelve más frío, trae consigo enfermedades. Los hábitos alimentarios inadecuados y poco saludables también ralentizan el sistema inmunológico del cuerpo.
El sistema inmunológico es el cuerpo del cuerpo sistema de defensa y proporciona todo lo necesario para mantener la salud. Está dispuesto a luchar en cualquier situación. Un sistema inmunológico fuerte es de gran importancia para la calidad de vida de una persona. Se necesita un sistema inmunológico fuerte para enfermarse lo menos posible, sentirse con energía y mantenerse activo.
En caso de nutrición inadecuada o desnutrición, ningún sistema del cuerpo puede funcionar correctamente y el sistema inmunológico colapsa. Aumenta el riesgo de desarrollar infecciones graves. Se ha determinado que la obesidad, así como una nutrición incompleta e inadecuada, perjudica la inmunidad, aumenta la susceptibilidad a enfermedades infecciosas y retrasa la cicatrización de heridas.
Cuando enfermamos, antes de recurrir a medicamentos y antibióticos, es nuestro deber primordial es proteger y fortalecer el sistema inmunológico natural de nuestro cuerpo.La regla es comer sano.
Consumir alimentos de todos los colores y diferentes sabores cada día es la regla básica para tener un cuerpo sano. La mayoría de los alimentos contienen más de un elemento nutricional, pero ninguno los contiene todos. Una dieta única significa que nos vemos privados de muchos nutrientes importantes. Por lo tanto, para un sistema inmunológico fuerte y un patrón nutricional de calidad, se deben incluir de forma equilibrada en nuestra dieta diaria leche, grupos de carnes, verduras, frutas, aceites y oleaginosas y cereales.
Antioxidantes que se encuentran de forma natural Se encuentra en muchas frutas y verduras, protege al cuerpo de sustancias nocivas y lucha junto con el sistema inmunológico contra gérmenes e infecciones. Mientras que los antioxidantes proporcionados por las vitaminas E y C, que se encuentran especialmente en las verduras de hojas verde oscuro y las frutas cítricas, evitan que los radicales libres dañen las células inmunitarias; El betacaroteno, que abunda en frutas y verduras de color naranja, rojo y verde, aumenta el número de células del sistema inmunológico.
Cada antioxidante realiza su propia función biológica. Cuando se trata del sistema inmunológico, la primera vitamina que me viene a la mente es la vitamina C. Por eso las naranjas y los limones son fuentes de vitamina C. Incluye en tu dieta alimentos como fideos, mandarina, kiwi, fresa, piña, pimiento rojo, rosa mosqueta y perejil. En segundo lugar, conviene utilizar fuentes de betacaroteno, que es un buen antioxidante, como la vitamina C. El betacaroteno se encuentra especialmente en los alimentos de color amarillo y naranja. Es decir, la zanahoria, la piña, los dátiles y la calabaza son ricos en betacaroteno.
Consumir al menos 3 frutas de tamaño mediano y 3 raciones de verduras al día nos aportará la resistencia que necesitamos.
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