La creatividad y la imaginación son nuestras características innatas para crear algo original y nuevo. Cada individuo nace con este potencial, pero para utilizarlo, la familia primero debe crear un entorno para que el niño utilice este potencial. Los niños pueden usar su creatividad innata si los padres les brindan oportunidades para que tengan experiencias que se adapten a sus características individuales.
La aparición de la imaginación y la creatividad en los niños avanza paralelamente al desarrollo del juego. Durante el periodo que va desde la infancia hasta los dos primeros años, los juegos infantiles incluyen movimientos en función de las etapas de su desarrollo físico. Durante este período, los niños juegan con intensa energía juegos orientados al movimiento. Estos juegos son extremadamente importantes para apoyar el desarrollo muscular y las habilidades de coordinación del equilibrio. Alrededor de los 2-3 años, a medida que su desarrollo mental y del lenguaje alcanza una cierta madurez, se desarrollan habilidades de pensamiento abstracto y comienzan a jugar juegos imaginarios. Los primeros ejemplos de juegos imaginarios se basan en que el niño imite las rutinas que observa en la vida diaria. Entre los 3 y los 5 años, estos juegos son sustituidos por juegos imaginarios con características muy creativas. En los juegos durante este período, los niños pueden imaginarse usando un objeto que se usa en la vida real para un propósito completamente diferente en el juego. Lo que los niños observan en la vida real se combina con su imaginación y los juegos se enriquecen. Estos son los primeros pasos de las etapas de desarrollo de la imaginación y la creatividad. Y si brindamos a los niños la oportunidad de crear sus propios juegos, les brindamos la oportunidad de desarrollar su propia creatividad e imaginación.
Dar a los niños la oportunidad de aprender desde su propia perspectiva, brindándoles diferentes oportunidades para ver y desarrollar sus propias habilidades, potencial y creatividad, y apoya su imaginación. Los padres brindan esta oportunidad haciendo juntos las tareas diarias. La cuestión que hay que tener en cuenta a la hora de compartir las tareas diarias es renunciar al perfeccionismo. Hay que tener en cuenta las edades de los niños y el hecho de que hacen muchas cosas "nuevas". Déle a su hijo la oportunidad de opinar y elegir. Sus habilidades mejorarán al intentarlo y cometer errores. En resumen; niños viviendo, experimentando y arriesgándose a intentarlo. Dales la oportunidad de aprender.
El juego es muy importante para el desarrollo de la imaginación y la creatividad. Asegúrese de reservar tiempo para jugar todos los días porque el juego imaginario también aumenta el éxito académico. Permita a sus hijos diferentes ideas y ficciones mientras juegan. Respeta sus ideas que te parezcan extrañas. No lo desanimes a menos que intente algo que le cause daño físico a él o a otros. Que busque y lo encuentre él mismo. Los niños tienen una sensación infinita de descubrimiento y curiosidad. Satisfaga su curiosidad tanto como sea posible. Proporcione información, recursos y materiales para ayudarlo a explorar nuevas áreas. Ayúdelos a planificar y avanzar en juegos o situaciones que encuentren. Trate de evitar situaciones que se planifiquen y organicen constantemente para ellos y trate de permitir procesos naturales. Tómese tiempo para jugar libremente y realizar actividades abiertas.
De vez en cuando, los padres incluyen en el juego cosas que en realidad no son juguetes y animan a sus hijos a imaginar, lo que puede mejorar su imaginación. Cualquier cosa puede ser un juguete. Guíalo para crear juegos con diferentes materiales y elementos. Jugar juegos, hacer obras de arte y realizar diversas actividades verbales y visuales apoya positivamente el desarrollo de su imaginación. Sus padres deben ser parte de estas actividades y hacer masa, arcilla, pintura, etc. Descubrir varios métodos de uso conjunto de materiales afecta positivamente el desarrollo social, emocional y mental del niño.
Se debe apoyar el deseo de aprender del niño, cuya imaginación está viva y en desarrollo. Los niños aprenden y se nutren de cuentos e historias de hadas. Los libros y los cuentos deben estar en sus vidas desde el momento en que nacen, porque el desarrollo del lenguaje comienza en el útero, mucho antes de que puedan hablar. Mientras lee cuentos y juega, puede hacer que cuestionen lo que lee haciéndoles preguntas del tipo "¿Qué pasaría si...?". Pueden encontrar diferentes finales para las historias juntos y evaluar estos diferentes finales juntos. Esto les allanará el camino para producir diferentes alternativas y aumentar su creatividad.
La imaginación es una habilidad que afecta directamente a la capacidad de resolución de problemas. Soñadora, diferenciadora y creativa Los niños que pueden pensar en esto tienen una actitud más productiva a la hora de afrontar los problemas tanto en su infancia como en su vida adulta. Los niños cuya imaginación y creatividad son apoyadas son la clave para un futuro esperanzador.
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