La Teoría de la Mente es el estado de ser consciente de los procesos mentales de los demás, basándose en el propio estado mental, como las percepciones, los deseos y las emociones.
Comprender los propios sentimientos y pensamientos, intentar comprender, predecir y explicar los pensamientos, sentimientos y palabras de otras personas, e incluso ser capaz de manipular (persuadir, manipular, mentir, etc.) están entre las habilidades que deben desarrollarse en la primera infancia. De este modo, los niños adquieren una comprensión temprana de la diferencia entre la realidad física y la representación mental.
Ser capaz de especular sobre los pensamientos, sentimientos e intenciones de los demás proporciona información sobre los comportamientos que pueden encontrar.
Desarrollo cognitivo y emocional, habilidades lingüísticas, habilidades de juego simbólico, padres -Se apoyan las relaciones con niños, hermanos, amigos y compañeros para permitir la adquisición de habilidades de "Teoría de la Mente" en la primera infancia. Estas habilidades se convierten en modelos de comportamiento permanentes con la maduración del desarrollo cognitivo y social en proporción directa a la edad.
La capacidad de comprender que otros individuos tienen deseos, percepciones e intenciones diferentes, los estados mentales aprendidos durante el proceso de desarrollo y la capacidad de evitar el egocentrismo. Con la capacidad de alejarse y describir los acontecimientos que le rodean, la teoría del desarrollo de la mente comienza en la primera infancia y continúa desarrollándose durante toda la infancia.
Como en todas las áreas del desarrollo, existen diferencias individuales en el desarrollo de la teoría de la mente. Los niños con autismo tienen dificultades para desarrollar la teoría de la mente.
Los niños que crecen en un entorno donde pueden expresar fácilmente sus emociones tienen más éxito en habilidades relacionadas con la teoría de la mente.
Con la edad, las percepciones, emociones y deseos cambian de simples a complejos.Procede correctamente. Un niño que es consciente de sus propios deseos puede progresar cuando comprende que los deseos de los demás son diferentes a los suyos.
Un niño que intenta que otra persona coma un alimento que no le gusta diciéndole "Hmm, está delicioso" a una edad temprana desarrolla la capacidad de decir fácilmente que no le gusta y no quiere comerlo a medida que crece.
Distingue la diferencia entre emociones a una edad temprana , puede decir “mi madre está muy triste”, puede En algún momento, se da cuenta de que su madre puede estar triste y feliz en la misma situación. Al mismo tiempo, alcanza un nivel en el que puede comentar los pensamientos de los demás.
El efecto de la teoría de la mente también se observa en el desarrollo de habilidades de funciones ejecutivas como la organización, la planificación y la inhibición, que son importantes para comportamientos flexibles y con visión de futuro.
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