Aunque las enfermedades reumáticas suelen afectar las articulaciones, pueden afectar órganos vitales como los ojos, el corazón, los riñones, los pulmones y el hígado. Las molestias oculares pueden ocurrir al principio o en las últimas etapas de muchas enfermedades reumáticas.
Los hallazgos más comunes entre las afecciones oculares son el ojo seco y la afección inflamatoria del ojo, que llamamos uveítis. El ojo seco suele manifestarse con sensación de cuerpo extraño en el ojo, sensación de arena en el ojo y ardor y escozor. La uveítis es una afección un poco más grave. Puede manifestarse con afecciones graves como dolor ocular, visión borrosa y pérdida de la visión.
Aparte del ojo seco y la uveítis, también existen afecciones más raras que afectan el ojo. Entre otros hallazgos se pueden contar pérdida repentina de la visión, párpados caídos o dolor ocular intenso y pérdida parcial de la visión.
Es de gran importancia que nuestros pacientes, especialmente aquellos con enfermedades reumáticas conocidas, informen a sus médicos en caso de molestias oculares para el diagnóstico precoz y el tratamiento de la enfermedad.
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