Ejercicio y nutrición inmune

En el tema de hoy, examinaremos qué estrategias se deben implementar para garantizar una buena inmunidad y, por lo tanto, favorecer el rendimiento.

Durante el ejercicio intenso y prolongado, consuma bebidas deportivas, geles o barras que contengan entre 30 y 60 g. de hidratos de carbono por hora Inmediatamente después del ejercicio Consumir 1-1,2gr/kg de hidratos de carbono. Ajuste esta cantidad según la naturaleza del ejercicio y el período de descanso entre entrenamientos.

Regule cuidadosamente la ingesta baja en carbohidratos para limitar los posibles efectos sobre la inmunidad y, por tanto, sobre su capacidad para rendir en competición.

Tu entrenamiento para ayudar a mantener el metabolismo proteico. Consume 1,2-1,7 g/kg de proteína al día, dependiendo de su calidad. Se recomienda consumir 20-30 g de proteína de calidad a intervalos regulares a lo largo del día para maximizar el equilibrio proteico neto. .

Líquido para un mejor rendimiento e inmunidad Mantenga el equilibrio, especialmente en campamentos donde las pérdidas de líquido pueden aumentar con el calor o en altitudes elevadas y aumenta el riesgo de infección.

Controle la masa corporal diariamente durante el entrenamiento para evaluar los cambios en el equilibrio de líquidos. Realice un seguimiento de su hidratación pesándose antes y después del entrenamiento.

Consuma una dieta rica en nutrientes con una variedad de frutas y verduras frescas y evite la suplementación excesiva. 0,25-1 g/día de vitamina C pueden ser beneficiosos para reducir el riesgo de infección durante los períodos de entrenamiento intenso.

En caso de deficiencia de vitamina D, los atletas son especialmente vulnerables a las infecciones. Las recomendaciones prácticas parecen ser efectivas en aquellos casos. con deficiencia (<30 nm/l). En los meses de invierno, el consumo de 1000-2000 UI/día de suplemento de vitamina D3 es suficiente para la mayoría de las personas. Se pueden utilizar 1000 UI/día de vitamina D3 para quienes entrenan en espacios cerrados.

Especialmente en el período invernal, los campamentos, los viajes de larga distancia y la frecuencia de competencias, la mayor frecuencia de las vías respiratorias superiores. Durante los períodos en los que existe riesgo de síntomas del tracto, se pueden usar suplementos de calostro de 10 a 20 g al día.

Los intestinos son nuestro segundo cerebro y son muy eficaces en el sistema inmunológico. Si un deportista experimenta problemas intestinales durante los periodos de competición, esto también afecta negativamente al sistema inmunológico. Por ello, se recomienda aplicar suplementos probióticos al menos 14 días antes del viaje o competición.

 

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