Para que un niño crezca como un individuo sano, es necesario controlar periódicamente su crecimiento y desarrollo desde su nacimiento. Se deberán aplicar los seguimientos, exámenes y complementos necesarios para la continuación del estado de salud. Se deben identificar las situaciones que supondrán un riesgo para la enfermedad, se deben realizar exámenes de detección de rutina, si los hubiera, y se deben tomar las medidas preventivas necesarias de manera temprana. La medicina preventiva es la base de la rama de la salud y las enfermedades pediátricas y, de hecho, de toda la medicina. En este contexto, debe existir un proceso de seguimiento rutinario desde el nacimiento.
El peso, la talla y el perímetro cefálico (primeros 3 años) del niño deben medirse en cada examen de rutina y deben ser evaluados según las curvas de crecimiento estándar y el potencial del niño. A partir de los 3 años no se debe olvidar el control de la presión arterial. En cada seguimiento se debe discutir la nutrición, los patrones de sueño, los hábitos sanitarios, la higiene personal, las precauciones a tomar ante accidentes domésticos y el entorno familiar (situación psicosocial, violencia, etc.). Sin duda, las prácticas de salud preventiva más efectivas son las vacunas. Se deben administrar las vacunas de acuerdo con el calendario nacional de vacunación y se debe informar a la familia sobre las vacunas fuera del calendario. Se deben resolver las preocupaciones de las familias sobre las vacunas, se debe informar a la familia sobre los efectos indeseables observados después de la vacunación y se debe informar a la familia sobre qué hacer. No se deben retrasar innecesariamente la vacunación y cada seguimiento debe considerarse como una oportunidad para que se omitan las vacunas.
El control de la nutrición y la ictericia, la detección metabólica y la detección de la audición deben realizarse dentro de los 2 a 7 días posteriores al parto. . Los seguimientos durante los primeros 6 meses deben ser mensuales y luego a intervalos de 3 meses o menos, según el estado nutricional. Desde 1 año hasta los 3 años de edad se debe continuar anualmente después de 6 meses de seguimiento. Esta frecuencia de seguimiento es mínima y el cronograma de seguimiento de cada bebé debe reorganizarse según la necesidad.
La ecografía de cadera para luxación congénita de cadera y la prueba de luz roja para cataratas congénitas deben comprobarse en el hospital. primer mes Se debe realizar un examen oftalmológico una vez. Al 6º mes se debe controlar hemograma, nivel de ferritina de hierro, análisis de orina completo, vitaminas d y b12, funciones tiroideas. A partir del año de edad se debe realizar control dental anualmente, a más tardar a los 3 años. p>
Salud y desarrollo infantil, medio ambiente y uno mismo No se puede evaluar por separado de la salud materna. La comunicación con la familia es muy importante para la continuidad y eficiencia del seguimiento del niño sano. Deben tener cuidado al informar a las familias y sus preguntas deben ser respondidas sin causar ansiedad y pánico al guiarlas. Para el desarrollo y la salud mental del niño, se debe discutir el apego seguro, la selección de juguetes apropiados para su edad y la lectura apropiada para su edad a partir del sexto mes. Se deben hacer sugerencias a la familia sobre el hogar y los patrones de sueño, la correcta evaluación del comportamiento del niño hacia el personaje y un comportamiento consistente.
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