La psicoterapia, terapia o asesoramiento, como se llame, es el proceso que nos ayuda a superar los períodos difíciles de nuestra vida. La terapia nos ayuda a resolver los síntomas cognitivos, conductuales y emocionales que experimentamos mientras atravesamos estos períodos difíciles. Aprendemos nuevas estrategias de afrontamiento de los problemas o transformamos nuestras estrategias de afrontamiento disfuncionales.
Los trastornos psicológicos son en realidad más comunes de lo que pensamos. Uno de cada diez adultos experimentará al menos un trastorno psicológico a lo largo de su vida. A pesar de esta tasa generalizada, no todos recibimos ayuda acudiendo a terapia. Sin embargo, cuando los trastornos o síntomas psicológicos no se pueden resolver, parecen inextricables y comienzan a afectar más la vida. Algunos trastornos psicológicos;
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Aislarse del trabajo, del entorno social y de la familia
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Sentimiento de hostilidad hacia el entorno, p>
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Puede provocar trastornos físicos (trastornos de estómago, dolores corporales, etc.)
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Pensamientos suicidas.
La Asociación Estadounidense de Psicología recomienda considerar la terapia cuando algo causa angustia e interfiere con alguna parte de la vida, especialmente cuando:
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Está pensando en el problema o lidiar con él es la mejor parte de cada día. dura menos de una hora >
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Si el problema ha afectado negativamente la escuela, el trabajo o las relaciones
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Si necesitas hacer cambios en tu vida o adoptar nuevos hábitos para afrontar el problema... p>
Si estás experimentando alguna de las siguientes emociones o sentimientos a un nivel que puede interferir con su vida, la terapia puede ayudarlo a reducir sus efectos. Es especialmente importante considerar buscar ayuda si se siente controlado por los síntomas o si pueden dañarlo a usted mismo o a otros.
Estrés: puede sentir que tiene demasiado que hacer o demasiados problemas con los que lidiar. Es posible que sienta que no puede descansar o incluso respirar.
Burnout: Este síntoma físico suele ser cognitivo Es causada por o va acompañada de problemas. Puede indicar depresión. La fatiga puede provocar que duermas más de lo habitual o que tengas problemas para levantarte de la cama por la mañana.
Ira o resentimiento desproporcionado: todo el mundo se siente enojado de vez en cuando. Puede ser una buena idea buscar apoyo para lidiar con estos sentimientos cuando no desaparecen, son excesivos en la situación o te llevan a tomar acciones violentas o potencialmente dañinas.
Pensamientos ansiosos o intrusivos: Es normal preocuparse por cosas de vez en cuando, pero si la ansiedad ocupa una parte importante de su día o le causa síntomas físicos, la terapia puede ayudarlo a sobrellevar la situación.
Apatía: pérdida de interés en las actividades habituales, el mundo Lo que te rodea, o la vida en general, pueden indicar problemas de salud mental como depresión o ansiedad.
Desesperanza: perder la esperanza o la motivación o sentir que no tienes futuro puede indicar depresión u otra condición de salud mental. No es raro sentirse desesperado en ocasiones, especialmente después de un período de dificultad. Sin embargo, cuando continúa, puede llevar a pensamientos suicidas.
Aislamiento social: muchas personas se sienten mejor cuando pueden estar solas al menos por un tiempo. Los introvertidos pueden necesitar más tiempo a solas que otros. Pero si se siente angustiado con otras personas o tiene miedo de estar con otras personas, la terapia puede ayudarle a comprender y afrontar esos sentimientos.
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