Como seres sociales, los humanos experimentamos múltiples emociones a lo largo del día. Nuestras emociones se ven afectadas por nuestros pensamientos y percepciones. Por eso las emociones que sentimos nos motivan a actuar.
Expresar las emociones es tan importante como sentirlas. No hay emociones correctas ni emociones incorrectas, emociones normales o anormales. Lo que nos impide etiquetar nuestras emociones como correctas, incorrectas, normales y anormales, y por tanto expresarlas, es el juicio de los demás, es decir, la idea de ser juzgados. En este punto entra en juego la "supresión de emociones" que todos conocemos. Con el pensamiento de que será juzgado, el individuo a veces suprime las emociones o sentimientos positivos o negativos que experimenta para mantenerlos bajo control en lugar de expresarlos.
Por supuesto, el pensamiento de ser juzgado es No es la única razón detrás de la supresión de las emociones. A veces posponemos y reprimimos nuestras emociones porque no es el momento ni el lugar para expresar la emoción que experimentamos, a veces sólo para que la otra persona no se moleste o lastime, a veces porque expresar nuestras emociones sería un signo de debilidad, a veces porque expresar nuestras emociones sería un signo de debilidad, a veces fuera de lugar. de preocupación por el mal de ojo en nuestra cultura, y a veces porque no queremos experimentar esa emoción y luchar con ella. Este método de supresión de las emociones, que a veces hacemos conscientemente y otras sin darnos cuenta, que sólo salva el momento, y que nos llena con el tiempo, nos causa innumerables daños.
Algunos de ellos los síntomas que muestran que estás reprimiendo tus emociones:
Tanto fisiológico como Consecuencias psicológicas de la supresión de emociones:
Si crees que tienes estos síntomas, acudir pronto a un especialista sería un buen paso para mejorar tu calidad de vida. Te deseo una vida en la que puedas expresar tus sentimientos fácilmente.
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