La articulación del hombro es la articulación de nuestro cuerpo que se luxa con más frecuencia. La razón más importante de esto es que la cantidad de movimiento en la articulación de mi hombro es mayor que en otras articulaciones. Mientras se realizan estos movimientos, la anatomía de la cavidad del hombro, la estructura cartilaginosa que rodea la cavidad llamada labrum y los músculos y ligamentos circundantes son responsables de la estabilidad de la articulación del hombro. Estas estructuras sirven como estabilizadores dinámicos y estáticos en el hombro. En otras palabras, permiten que el hombro funcione.
Las luxaciones de hombro se observan a menudo después de un traumatismo, en un hombro y en una luxación hacia adelante. Aparte de esto, también se pueden observar, aunque ligeramente, luxaciones superiores, posteriores e inferiores. Además, aunque son raras, se pueden observar luxaciones bilaterales después de un ataque epiléptico o una descarga eléctrica. Las dislocaciones que ocurren alrededor de los 20 años a menudo recurren. En estos pacientes, pueden ocurrir segundas o posteriores luxaciones durante un traumatismo muy simple o durante actividades diarias (vestirse, lanzar una pelota, nadar, etc.).
Los pacientes acuden al servicio de urgencias con dolor intenso e incapacidad para mover el brazo durante la dislocación. Después de que un ortopedista realiza el diagnóstico después del examen y las radiografías, el hombro se coloca en su lugar con maniobras especiales. En ocasiones, la luxación puede ir acompañada de fractura y el tratamiento se adapta a dos patologías. En las luxaciones recurrentes, tanto la estructura llamada labrum en la cavidad del hombro como la cabeza del húmero pueden dañarse con el tiempo.
Las luxaciones agudas a menudo pueden tratarse en condiciones de emergencia o bajo anestesia mediante reducción cerrada y estabilización posterior con vendaje de Velpau. En las luxaciones crónicas o recurrentes, el tratamiento permanente se proporciona suturando el desgarro del labrum, también llamado "lesión de Bankart", de regreso a su lugar original mediante un método artroscópico, es decir, cerrado, utilizando tornillos cosidos (anclajes). Con este método se consiguen tanto beneficios estéticos como una recuperación más temprana de las actividades diarias en comparación con la cirugía abierta.
La articulación del hombro es la articulación de nuestro cuerpo que se luxa con más frecuencia. La razón más importante de esto es que la cantidad de movimiento de la articulación de mi hombro es mayor que la de otras articulaciones. Mientras se realizan estos movimientos, la estructura de la cavidad del hombro, la estructura cartilaginosa que rodea la cavidad llamada labrum y los músculos y ligamentos circundantes son responsables de la estabilidad de la articulación del hombro. Estas estructuras sirven como estabilizadores dinámicos y estáticos en el hombro. Es decir, requiere que el hombro realice todos sus movimientos de forma completa. Ellos proporcionan esto.
Las luxaciones de hombro se observan a menudo después de un traumatismo, en un hombro y en forma de luxación hacia adelante. Aparte de esto, también se pueden observar luxaciones superiores, posteriores e inferiores, aunque en pequeña medida. Además, aunque son raras, se pueden observar luxaciones bilaterales después de un ataque epiléptico o una descarga eléctrica. Las dislocaciones a los 20 años se repiten con frecuencia. En estos pacientes, pueden ocurrir segundas o posteriores luxaciones durante un traumatismo muy simple o durante actividades diarias (vestirse, lanzar una pelota, nadar, etc.).
Los pacientes acuden al servicio de urgencias con dolor intenso e incapacidad para mover el brazo durante la dislocación. Después de que un ortopedista realiza el diagnóstico después del examen y las radiografías, el hombro se coloca en su lugar con maniobras especiales. En ocasiones, la luxación puede ir acompañada de fractura y el tratamiento se adapta a dos patologías. En las luxaciones recurrentes, tanto la estructura llamada labrum en la cavidad del hombro como la cabeza del húmero pueden dañarse con el tiempo.
Las luxaciones agudas a menudo pueden tratarse en condiciones de emergencia o bajo anestesia mediante reducción cerrada y estabilización posterior con vendaje de Velpau. En las luxaciones crónicas o recurrentes, el tratamiento se realiza suturando el desgarro del labrum, también llamado "lesión de Bankart", a su lugar original mediante un método artroscópico, es decir, cerrado, utilizando tornillos cosidos (anclajes).
¿Qué síntomas presagian una luxación del hombro (síndrome de Bankart)?
- Dolor leve al principio,
- Restricción del movimiento en la articulación del hombro
- Incapacidad del brazo para levantarlo,
- Dislocación del hombro y dolor intenso en el futuro.
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