ENFERMEDAD DE PARKINSON Y NUTRICIÓN

Es una enfermedad que fue descrita por primera vez en 1817 por el médico británico James Parkinson con las palabras 'parálisis temblorosa'. Y cada año, el 11 de abril se celebra el Día Mundial del Parkinson con el objetivo de concienciar a la sociedad. Por lo tanto, en este artículo le presentaré la enfermedad de Parkinson y la nutrición desde la perspectiva de un dietista. Buena lectura…

La enfermedad de Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa que se produce como resultado del daño o pérdida de las células responsables de los movimientos en el cerebro, generalmente en personas de 60 años o más. Las células donde se produce el daño son las células dopaminérgicas. Cuando este daño llega al 80%, se empiezan a ver los efectos de la enfermedad de Parkinson. La enfermedad se produce con la disminución de las células de la sustancia negra y la deficiencia del neurotransmisor dopamina secretado por estas células. El estado nutricional y las neurotoxinas se encuentran entre las causas de la enfermedad de Parkinson. También se piensa que existe una relación entre el estrés oxidativo y la nutrición; El aumento de los niveles de homocisteína, la disminución de la vitamina B6, la ingesta inadecuada de fibra, el aumento de la ingesta de metales pesados ​​y la disminución de la ingesta de antioxidantes que se pueden obtener de las vitaminas y minerales son factores que desencadenan el estrés oxidativo.

Temblores en el cuerpo manos, lentitud y entumecimiento en los movimientos, salivación de la boca, dificultad para tragar, debilidad, habla monótona y fatiga son síntomas que se observan comúnmente en los pacientes de Parkinson. En personas con enfermedad de Parkinson, la proteína 'cuerpos de Lewy' se acumula y esta proteína es eficaz en la aparición de demencia. Los problemas de masticación, estreñimiento, deshidratación y dificultad para tragar se encuentran entre los problemas que enfrentan las personas con respecto a la nutrición. El uso de medicamentos tiene un lugar importante en el tratamiento. Sin embargo, algunas personas pueden experimentar sequedad de boca, náuseas, debilidad e irritabilidad como efectos secundarios de los medicamentos. Estas situaciones provocan una pérdida de peso no deseada, mortalidad y morbilidad en las personas. Por este motivo, la psicoterapia, la fisioterapia, una nutrición adecuada y equilibrada y un estilo de vida regular son al menos tan importantes como los medicamentos utilizados por los individuos.

Relación enfermedad-nutrición..

En un estudio, el índice de masa corporal es superior a 23. Se ha observado que se asocia con un aumento de la enfermedad de Parkinson en hombres y mujeres de mediana edad. la mayoría de la neurodegeneración El estrés oxidativo, una de las causas importantes, aumenta con la obesidad. Por lo tanto, es importante tratar primero la obesidad. En la enfermedad de Parkinson, el tipo de ácido graso consumido es más importante que la cantidad de grasa consumida. La inclusión de ácidos grasos mono y poliinsaturados en la dieta tiene un efecto reductor de los efectos de la enfermedad. Deben evitarse los programas de nutrición con un contenido excesivamente alto de grasa porque el estrés oxidativo no es deseable en estos individuos. Contrariamente a la creencia popular, el colesterol no es un componente que deba temerse y evitarse. El colesterol es importante para mantener las membranas de las células neuronales y transmitir mensajes, y es un componente clave de las sinapsis. Por esta razón, se ha observado que el colesterol alto y la enfermedad tienen efectos adversos en estos individuos.

Se necesita más investigación para proporcionar información definitiva sobre la ingesta de carbohidratos y proteínas. En personas con enfermedad de Parkinson, los niveles de minerales de zinc y hierro son altos, mientras que los niveles de minerales de cobre son bajos. Es importante mantener minerales como el hierro, el cobre y el zinc en niveles normales porque son los responsables del sistema nervioso central. Las vitaminas antioxidantes son un milagro que protege a los pacientes de Parkinson de los radicales libres. Estas vitaminas son las vitaminas A, C y E.

Recomendaciones sobre Nutrición

Fuentes de vitamina A: productos animales, yema de huevo, verduras de hoja verde oscura, aceite de pescado, zanahorias y albaricoques.

Fuentes de vitamina C: perejil, limón, kiwi, rosa mosqueta, naranja, fresa, eneldo, coliflor.

Fuentes de vitamina E: vegetales de hojas verde oscuro, semillas oleaginosas (como nueces, avellanas), trigo.

Fuentes de ácidos grasos monoinsaturados: aceite de avellana, aceite de oliva, aceite de canola

Fuentes de ácidos grasos poliinsaturados: Maíz, girasol, aceite de soja.

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