Aunque muchos de nosotros somos similares en un extremo del proceso de pérdida de peso, la historia en el otro extremo es muy diferente. Algunas personas almacenan en sus cuerpos el estrés, la tristeza, el vacío emocional y la felicidad comiendo; Algunas personas comen sólo para vivir. La comida, que para algunos es el único medio de felicidad, para otros es un refugio como consecuencia de los traumas infantiles. Aunque hasta ahora pueda parecer diferente, las razones subconscientes y el final de la historia son en realidad los mismos. Peso incontrolable, cuerpos que crecen año tras año, valores sanguíneos deteriorados, rodillas que no resisten el peso, falta de aire incluso en distancias cortas, restricciones, momentos infelices frente al espejo y decenas de prendas que no quedan bien... Los días con medicación o aumento de dosis de medicamentos que siguieron, a medias, la decisión de empezar una dieta tomada sin confianza en uno mismo, aplicando dietas de moda encontradas en internet, continuando durante tres o cinco días y luego las ganas de comer más. .. Es una historia de todos nosotros, ¿no?
Entonces, ¿cómo romper este círculo vicioso?
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¡En primer lugar, encuentre la fuente de comer tanto!
Si esta situación se basa en submotivos psicológicos o traumas infantiles, sería beneficioso contar con el apoyo de un experto (psiquiatra, psicólogo), y lamentablemente este paso es algo que muchos de nosotros nos saltamos. Nuestra conducta alimentaria y nuestra psicología (modo) están entrelazadas. No podemos pensar independientemente unos de otros. A veces, sólo dos bocados de comida nos sacian, mientras que otras veces tenemos ganas de comernos el mundo entero, y nuestro estado de ánimo actual determina esta diferencia. Cuando estamos enojados, enojados o bajo estrés, nuestras hormonas como la adrenalina y el cortisol; Cuando estamos muy felices, la cantidad de serotonina y dopamina, que son sustancias químicas del cerebro, afecta nuestra conducta alimentaria y, en general, la comida a la que nos aferramos en tales situaciones no es muy saludable. En ese momento, abrazamos alimentos que inmediatamente nos levantarán el ánimo y nos harán felices en poco tiempo. ¿Qué son éstos? Como era de esperar, la comida chatarra son cosas a las que podemos acceder fácilmente, como postres, chocolate, comidas preparadas y patatas fritas. A menos que cambien nuestros métodos para afrontar el estrés, nuestros hábitos alimentarios tampoco cambiarán. Simplemente silenciamos el estrés, lo suprimimos. En este punto, el dietista, el psiquiatra y el psicólogo deben manejar el tema juntos.
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¡Cuidarnos, cuidarnos y no avergonzarnos de preparar las comidas!
Debido a la época en la que vivimos, todo sucede rápido, vamos contra el tiempo. Como empleados, siempre nos centramos en lo más práctico. Esto nos lleva a comer frecuentemente comida de restaurantes y consumir productos envasados. Los conservantes, aditivos y productos químicos añadidos en el producto envasado crean adicción y nos empujan a consumir más. Muchos clientes con los que trabajamos encuentran cansada la idea de llevar comida de casa al trabajo o no quieren molestarse y rechazan la idea. En realidad, ¿no es esto lo que debería ser normal? Salir a comer cada hora del almuerzo provoca que las porciones aumenten, una carga financiera y un cambio gradual en el sabor. La cocina casera es cada vez menos popular y las preferencias están cambiando. Por eso, no dudes en planificar con antelación y llevar contigo comidas o snacks.
Por lo que he observado, mis clientes que no trabajan no preparan la comida cuando no hay nadie en casa, comen. Los snacks estando de pie, pasan sus comidas con snacks que pueden acompañar con té y café, y cuando andan por la casa, dicen que son más proclives a consumir bollería en días diferentes. Los productos que contienen azúcares tan simples se están volviendo naturalmente más adictivos y la frecuencia y cantidad de su consumo está aumentando. Mi sugerencia es que te prepares la comida tú mismo, incluso si estás solo en casa o si das prioridad a tu hijo. Porque necesitas comer con conciencia de lo que comes.
Los pequeños cambios en nuestro estilo de vida son el comienzo de los cambios nutricionales. Entonces, como se puede observar, iniciar dietas sin realizar ningún cambio de comportamiento no soluciona nuestro problema. Espero que encuentre el problema subyacente y tome medidas para resolverlo. Días saludables...
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