A medida que el otoño comienza a hacerse sentir, se ha comenzado a observar un aumento de las infecciones por gripe en paralelo con la disminución de la temperatura del aire. Para tener un otoño saludable es necesario fortalecer el sistema inmunológico, y para ello, sin duda, es necesario llevar una dieta adecuada y equilibrada.
El sistema inmunológico protege el organismo frente a enfermedades y asegura la destrucción de microorganismos dañinos y células tumorales. Fortalecer y apoyar el sistema inmunológico; Es importante ganar resistencia a las enfermedades y reducir la posibilidad de verse afectado por resfriados, gripe y cáncer. Especialmente cuando el sistema inmunológico está debilitado, se producen infecciones graves que se repiten con frecuencia. Las infecciones dañan el sistema inmunológico, lo que reduce la resistencia del cuerpo. La causa más común de debilidad del sistema inmunológico son las deficiencias nutricionales. Situaciones como el consumo excesivo de azúcar, el consumo de alcohol, la ingesta insuficiente de proteínas y la obesidad provocan un debilitamiento del sistema inmunológico. El consumo de alimentos con propiedades antioxidantes, junto con el consumo de proteínas de calidad y suficientes, aumenta la resistencia del organismo.
Vitaminas A, B, C, E, minerales selenio, zinc, hierro, magnesio, omega 3 y omega 9, que tienen propiedades antioxidantes. Los ácidos grasos deben obtenerse de forma natural de los alimentos. No hay que olvidar que los preparados de vitaminas y minerales consumidos inconscientemente pueden provocar consecuencias negativas como irritabilidad, dolor de cabeza, debilidad y caída del cabello, y dichos preparados deben utilizarse bajo la supervisión de un médico.
Con el En la temporada de otoño, los días se acortan y la temperatura del aire disminuye, lo que aumenta la actividad física. Especialmente en los últimos años, los avances de la tecnología han supuesto una importante disminución del gasto energético y un aumento de la ingesta nutricional. Esto puede demostrarse como la razón más importante del aumento de la obesidad. La disminución del consumo de líquidos y de fibra en los alimentos junto con la inactividad trae a la agenda el problema del estreñimiento. Para ello, se debe aumentar el consumo de legumbres y cereales integrales, verduras y frutas ricas en vitamina C, y no reducir el consumo diario de líquidos por debajo de 2-2,5 litros. Legumbres, cereales integrales, al menos 2-3 veces por semana Arda (arroz integral, trigo integral) debe consumirse en 5-6 porciones al día, y se debe preferir el pan integral en lugar del pan blanco.
Se debe tener cuidado de consumir al menos 5 porciones de pan fresco Verduras y frutas al día para aumentar la resistencia del organismo, es importante. Puntos a considerar al consumir verduras y frutas: Se trata de consumir los comestibles con su cáscara, sin pelar, lavándolos con abundante agua y en temporada. Aquellos que no se pueden consumir con cáscara, se deben pelar muy finamente, porque la densidad de vitaminas y minerales es mayor en las partes de verduras y frutas cercanas a la cáscara exterior. Mientras se cocina se recomienda picarlo en trozos grandes y cocerlo en un poco de agua, tapado, y que no se derrame el agua de la cocción. Además, es muy útil consumir cítricos, que son ricos en vitamina C, para aumentar el consumo de su pulpa en lugar de su jugo.
Dado que en otoño el sol brilla menos, existe un problema para satisfacer las necesidades de vitamina D. Especialmente en climas soleados, se debe utilizar la luz solar directa durante unos 20 minutos. Además, el pescado se debe consumir al menos dos veces por semana. Se debe reducir la cantidad de grasas y azúcares, teniendo en cuenta la disminución de la temperatura corporal y la limitación de la actividad física. En cuanto al aporte de vitamina E, se pueden consumir hasta 2 porciones de semillas oleaginosas (almendras, nueces, avellanas) al día. El método de cocción es importante porque para cocinar se utiliza aceite y alimentos como las semillas oleaginosas y la leche, el yogur, la carne y los huevos también contienen grasa. Se debe evitar freír y asar en aceite, y se deben preferir métodos de cocción como hervir, asar a la parrilla, cocinar al vapor, al vapor o al horno. Si necesitamos evaluar el consumo de azúcar; El azúcar se encuentra naturalmente en las frutas, la leche y los cereales. Además, a algunos alimentos se les añade azúcar como azúcar refinada. Los azúcares refinados provocan fluctuaciones repentinas del azúcar en sangre, provocando un círculo vicioso en el consumo de dulces. Lo más adecuado para una dieta equilibrada es cubrir tus necesidades de azúcar de forma natural a partir de los alimentos. Sería mejor evitar el consumo de dulces, en caso de consumirlos, tener cuidado con la cantidad, y preferir postres ligeros con leche y fruta en lugar de bollería y postres pesados. Es importante, como siempre, alimentar poco a poco y con frecuencia. a intervalos frecuentes Consumir menos alimentos proporcionará una sensación de saciedad, reduciendo así la cantidad consumida en la siguiente comida.
Las infusiones de hierbas como la equinácea, el jengibre, la tila, la rosa mosqueta, el tomillo y la salvia también tienen efectos positivos contra las enfermedades invernales. Este tipo de tés se pueden consumir diariamente sin mezclar entre sí.
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