Hemos mencionado que la adolescencia es un período muy difícil y problemático. Uno de los factores que incrementa este difícil aspecto es la imprudencia de los adolescentes al mostrar conductas de riesgo, lo podemos evaluar en un ámbito amplio como el empresarial. Podemos atribuir estos comportamientos a factores biológicos, genéticos, de personalidad y ambientales. Cuando hablamos de factores ambientales, pasa a primer plano la aceptación, el amor, el respeto y la atención que el adolescente ha recibido desde la infancia. En definitiva, podemos priorizar el factor familiar también en este periodo. Por supuesto, además de los factores familiares, algunos trastornos psicológicos, problemas neurológicos o psiquiátricos también afectan a estas conductas. Esta situación es sumamente vital y es importante que consultes a un profesional experto en este campo.
La expectativa más importante de un adolescente es la aceptación y comprensión, al igual que un adulto o un niño. Las familias suelen cometer errores a este respecto. Aceptar no significa ceder ante todo, ni significa faltarle el respeto a la existencia del niño. Comportamientos como humillar al niño por sus errores, menospreciar sus logros y esfuerzos, tratar de controlarlo sin preocuparse por sus propios deseos y sueños, castigar cada comportamiento, intimidar y amenazar significan rechazar al niño. Aceptación significa reconocer los aspectos buenos de tu hijo así como los aspectos que necesitan mejorar, y tratar de apoyarlo para que mejore en lugar de enfadarse o menospreciarlo por ello. Si no hace esto, lo rechazará y dañará gravemente su confianza en sí mismo. Dado que el individuo que no fue aceptado por su familia durante la infancia se siente inútil, busca desesperadamente a alguien de quien aceptarse y recibir su amor durante la adolescencia. No es valioso ni tomado en cuenta ante sus propios ojos. Se siente valioso cuando escucha que los demás lo aman y lo aceptan. Esta situación crea un riesgo enorme si el adolescente se encuentra en el entorno equivocado y con las personas equivocadas. Un adolescente que quiere sentirse parte de un grupo aunque sabe que está mal Puede exhibir un comportamiento consistente con la identidad del grupo. Esto puede ser simplemente un deseo de ser popular entre amigos al desobedecer las reglas de la escuela y a los maestros, o puede ser un comportamiento que puede tener consecuencias más graves, como unirse a una pandilla, abuso de sustancias o robo. El objetivo aquí es ganar aceptación de alguna manera. No importa si el comportamiento es bueno o malo. Sin embargo, ser respetado junto con la aceptación también es de gran importancia. Alguien que piensa que se ganará este respeto temiendo y amenazando a la gente prefiere recurrir a comportamientos negativos, mientras que alguien que cree que será aceptado con sus éxitos se dedica a un trabajo continuo. Por cierto, ambos están equivocados en términos de pensamiento. Ser aceptado no puede asociarse ni solo con el éxito ni con el miedo.
Sin embargo, el individuo adolescente, especialmente si actúa con una identidad grupal, se encuentra en un callejón sin salida después de un tiempo. Especialmente cuando un individuo que no ha desarrollado una identidad sana (quién soy, qué soy, cuáles son mis sueños, cuáles son mis aciertos y mis errores) está en un grupo, adopta ese grupo, bien o mal, y se produce el fanatismo. En este grupo se incluyen las personas que defienden fanáticamente una estructura pase lo que pase y están dispuestas a sufrir daños por ello. Especialmente cuando personas malintencionadas identifican a estos jóvenes vulnerables y les brindan el respeto, el amor y la aceptación que necesitan, pueden manipularlos como quieran. Ese entorno ahora se convierte en una familia para el joven, y éste puede hacer cualquier cosa para satisfacer sus necesidades en ese entorno. Esto puede ser la pertenencia a varias pandillas y organizaciones, o puede manifestarse en forma de fanatismo político y de equipo, que encontramos con mucha más frecuencia en la vida diaria. Para estas personas, cualquier crítica o acusación que se haga contra el grupo al que pertenecen es percibida como dirigida contra ellos (adoptar la identidad del grupo), por lo que se pueden observar todo tipo de comportamientos extremos.
Aunque estas personas en ocasiones entienden y se dan cuenta en qué tipo de grupo están, ya no son culpables de ciertas cosas. Sensación de depresión severa e impotencia cuando ya es demasiado tarde. Con SSI, puede resultar en depresión severa, consumo de alcohol y sustancias, autolesiones y suicidio.
Así, vemos hasta qué punto puede llegar la falta de atención, aceptación y amor en la familia. Consulta rápidamente a un experto para que te guíe cuando te encuentres con situaciones como la anterior.
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