Antes de empezar a hablar, asegúrate de tener la atención de la persona.
Minimiza o elimina por completo el ruido de fondo (TV, radio, conversaciones de otras personas, etc.) durante la conversación.
No hables levantando la voz a menos que la persona te indique lo contrario.
Intenta comunicarte con oraciones muy simples. Simplifica la estructura de tus oraciones y reduce el número de palabras que salen de tu boca tanto como puedas. .Si intentas explicar en cinco palabras un tema que puedes explicar en tres palabras, las posibilidades de que la persona te entienda disminuirán.
Controla tu velocidad al hablar, habla lo más despacio y con calma posible. Durante la conversación, tenga cuidado de no reprimir el discurso de la otra persona.
Dé tiempo a la persona para hablar. No completes las frases por él/ella. O no adivines las palabras que intenta decir y ofrécelas. Ten paciencia para que él mismo diga la palabra.
Apoya tu discurso con movimientos de manos, gestos y expresiones faciales. Movimientos de manos, gestos y las expresiones faciales harán que sea más fácil para la persona entenderte.
Ignora los errores menores que la persona comete mientras habla. No insistas en que cada palabra se diga perfectamente.
Ayuda a la persona realizar actividades normales tanto como sea posible. Apóyelos en las actividades que hacían antes de perder la capacidad de hablar.
No los ignore durante las conversaciones grupales. Cuando haya situaciones en las que la familia vaya a tomar decisiones, trate de incluir a la persona que ha perdido la capacidad de hablar. capacidad de hablar en el proceso de toma de decisiones.
Informar a la persona sobre noticias del día o que conciernen a sus familiares. Pero; Tenga cuidado de no aburrir a la persona con detalles.
Anímelo y evite mostrar una actitud sobreprotectora.
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