La Asociación de la Lengua Turca explica la picardía como el estado de ser travieso. Ser travieso también se define como un comportamiento o una noticia inapropiada.
¿Alguna vez has pensado en las palabras que sueles utilizar con tus hijos?
¿Es '¡No seas travieso!' ¿De ellos?
Cuando los niños escuchan esta palabra por primera vez, probablemente hacen una pausa y piensan. 'Mi madre y mi padre decían que no fuera travieso, ¿qué no debo hacer o qué debo hacer? '¡No entiendo qué hacer!'
Cuando damos órdenes a nuestros hijos, que normalmente consisten en conceptos abstractos, los niños codifican ese comportamiento con esa palabra. Por tanto, las travesuras se convierten en un vocabulario muy amplio.
Los niños generalmente se vuelven más activos cuando sienten necesidad de cariño, cuando quieren llamar la atención o cuando están angustiados. Si estas acciones van más allá de nuestras evaluaciones de comportamiento normales, las llamamos mala conducta. Todos los padres quieren tener hijos que se sienten bien y escuchen atentamente. En caso de una lucha de poder entre familias e hijos, comienzan a surgir quejas por parte de nuestros hijos, cuyas acciones son consideradas traviesas, desobedientes y reprendidas por ello. El concepto que a veces nuestros padres olvidan a estas alturas es que nuestros hijos tienen derecho a ser traviesos, siempre que no se excedan dentro de los límites de cada familia.
Cuando las actitudes de los padres ante las travesuras de sus hijos Cuando se evalúan, generalmente emergen tres rasgos de carácter.
El más común de ellos es el comportamiento agresivo. Es tomar una actitud hacia el niño sin entender sus necesidades y en ocasiones utilizar esta actitud con el poder de ser un adulto.
La segunda más común es la actitud pasiva. De nuevo, es una actitud que se crea al permanecer en silencio ante el niño, sin entender sus necesidades, y actuando como si no existiera, como si se estuviera haciendo todo lo que quiere.
La tercera y menos mostrada es la actitud confiable. Es una combinación de escucha activa, reconocimiento, comprensión y respuesta a las necesidades del niño.
En nuestra comunicación con nuestros hijos, expresamos claramente lo que queremos de ellos, ellos pueden expresar sus deseos con claridad, los entendemos. a ellos, Créeme, no es difícil crear un ambiente donde podamos demostrar nuestro amor tanto como sea posible.
Deseo a todos nosotros días llenos de amor y muchas travesuras.
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