Proceso de divorcio e hijos

Recientemente, ha habido un aumento en las tasas de divorcio en nuestro país, así como en el mundo. El divorcio, que es un fenómeno sociológico, puede tener muchas razones económicas, psicológicas, culturales y sociales. Al observar el proceso de divorcio desde la perspectiva del niño, no poder llegar a las dos personas con las que tiene un vínculo por igual en su vida futura puede dividir el mundo del niño en dos. Para los padres, divorcio; Significa establecer una nueva vida para ellos mismos, crear nuevas relaciones con sus hijos y ex cónyuge, dificultades financieras y cambios en las relaciones sociales. Por supuesto, acostumbrarse a este nuevo orden no será fácil para los miembros de la familia, pues aunque el divorcio es una decisión que se toma mediante planificación, afecta emocional y psicológicamente a las personas.

Desde la perspectiva del niño, la mejor situación posible es que las partes se separen sin mostrar hostilidad entre sí, es un ambiente donde los niños con vínculos comunes pueden comunicarse entre sí y esforzarse por continuar la relación con sus hijos de manera positiva. Porque son los cónyuges los que se divorcian, no los padres. Por esta razón, los roles de los padres continúan donde los dejaron.

¿Cómo se debe explicar al niño la decisión de divorcio?

Los efectos psicológicos del divorcio en los hijos

Existen innumerables estudios sobre este tema. Uno de los puntos importantes en el que todos están de acuerdo es que la forma y el motivo del divorcio determinan en qué medida esta situación afectará al niño. Los conflictos continuos entre padres en familias divorciadas desencadenan ansiedad y depresión en el niño. Durante y después del proceso se pueden observar incompatibilidades psicológicas como ira, depresión, disminución del éxito escolar, miedo, etc. Sin embargo, el divorcio no es el único factor que afecta negativamente el ajuste psicológico de los niños; se pueden observar efectos similares en los niños que crecen en una familia plagada de conflictos.

Otro punto importante es que la relación madre-hijo continúa estar más protegido ya que el niño generalmente vive con la madre después del divorcio. , puede parecerse un poco más a la relación madre-hijo en familias casadas. Por el contrario, la relación entre el niño y el padre, que no puede compartir con su padre tan a menudo como en el pasado, puede verse afectada negativamente. La cooperación de la madre y el padre es importante para minimizar los efectos negativos en el proceso. En situaciones de conflicto donde las partes tienen dificultades para comunicarse, obtener ayuda de un experto permitirá un proceso más saludable tanto para el niño como para los padres.

 

Leer: 0

yodax